Anika entre libros

Avernalia

Ficha realizada por: Violeta Lila
Avernalia

Título: Avernalia
Título Original: (Avernalia, 2025)
Autor: Arturo Sánchez Sanz
Editorial: Akal
Colección: Anverso


Copyright:

© Arturo Sánchez Sanz, 2025
© Ediciones Akal, S.A., 2025

Ilustraciones: Color y B/N
Edición: 1ª Edición: Marzo 2025
ISBN: 9788446056478
Tapa: Dura
Etiquetas: curiosidades Grecia clásica Roma clásica relatos más allá fantasmas ensayo paranormal sobrenatural leyendas libros ilustrados literatura española Mesopotamia monstruos posesiones hechizos acoso espectral histórico no ficción apariciones antigüedad
Nº de páginas: 528

Argumento:

Apariciones, espectros, fantasmas, licántropos o renacidos, encuentros con espíritus capaces de cambiar su apariencia, casas encantadas, bilocaciones, posesiones y exorcismos, prodigios, sucesos y criaturas extrañas, monstruos, avistamientos insólitos, festivales dedicados a los muertos… Tendemos a pensar que las narraciones y las experiencias relacionadas con el Más Allá, el Hades o el Averno son relativamente modernas. Nada más lejos de la realidad. La gran mayoría de nuestros relatos tienen su origen en el mundo antiguo y en las fuentes clásicas. Heródoto, Polibio o Varrón, junto con otros muchos grandes pensadores, no dudaron en mencionar sucesos que eran incapaces de explicar racionalmente, algunos de ellos relacionados con importantes personajes como Julio César, Pompeyo, Bruto o el propio Sócrates. Su fama se extendió hasta el punto de crear una nueva corriente literaria, la paradoxografía.

 

Opinión:

 

¿Quién dijo que el mundo antiguo era solo templos, filósofos y batallas?

En "Avernalia. Sucesos inexplicables en la Antigüedad", Arturo S. Sanz se adentra en los rincones más oscuros y fascinantes de las civilizaciones clásicas para demostrarnos que, mucho antes de que el cine de terror poblara nuestras noches de espectros, zombis y criaturas imposibles, ya los antiguos convivían con ellos. Y no como una superstición marginal, sino como parte integral de su manera de entender el mundo.

Este libro no es una novela ni una obra de ficción, pero tampoco es un ensayo académico al uso. Sanz recupera la tradición de la paradoxografía, ese género casi olvidado que se dedicaba a recopilar hechos insólitos y fenómenos sobrenaturales tal como fueron relatados por testigos y cronistas antiguos. Y lo hace con una ambición clara: ofrecer una obra de referencia sobre lo sobrenatural en el mundo clásico que combine erudición, entretenimiento y una profunda reflexión sobre el miedo y la creencia.

Dividido en dos partes bien diferenciadas, "Avernalia" despliega un catálogo tan rico como perturbador de presencias fantasmales, hechicerías, resurrecciones, monstruos, y fenómenos prodigiosos. En su primera mitad, el libro se concentra en apariciones, espectros y fantasmas en la antigua Grecia, Roma y Mesopotamia. Sanz nos recuerda que para estas culturas el alma errante no era una rareza sino una posibilidad muy real: cuando los rituales funerarios no se cumplían, el espíritu tenía todo el derecho de volver entre los vivos para exigir lo que les correspondía.

Desde los relatos de Apuleyo hasta las evocaciones poéticas de Virgilio y Safo, pasando por las crónicas históricas de Heródoto, Polibio y Varrón, el autor desentierra una multitud de testimonios que muestran que el otro mundo estaba más cerca de lo que pensamos. De hecho, durante la festividad romana de Lemuria se temía el regreso de los muertos, y no por nostalgia, sino por precaución: los larvae -espíritus malignos- podían causar enfermedades, locura o incluso la muerte si no recibían las ofrendas debidas. En Mesopotamia, por su parte, los muertos vagaban por Irkalla, un inframundo polvoriento del que podían salir si no eran correctamente honrados. Allí, los vivos tenían la responsabilidad literal de alimentar a sus muertos con libaciones diarias de agua fresca. Un olvido podría tener consecuencias terribles.

Uno de los grandes aciertos de "Avernalia" es la capacidad de su autor para enlazar estas creencias sobrenaturales con personajes históricos de primer nivel. Así, leemos que Nerón atribuía sus delirios a la aparición de su madre difunta, o que Sócrates hablaba de un "daimon" que le susurraba verdades desde el más allá. Estas asociaciones no son meras curiosidades: Sanz consigue hacernos ver que lo paranormal era parte del discurso cultural y político de la época. Las casas encantadas, los fantasmas vengativos o los muertos que regresaban en busca de justicia eran tan comunes en la literatura clásica como lo serían más tarde en las leyendas medievales o el cine contemporáneo.

Pero no todo son horrores. También hay espacio para los espectros benévolos que cuidaban de sus seres queridos, las almas que se comunicaban a través de los sueños, y los relatos de espíritus capaces de cambiar de forma. Hay incluso un capítulo fascinante dedicado a los edificios encantados, demostrando que nuestras pesadillas inmobiliarias tampoco son cosa moderna.

La segunda parte del libro se adentra en fenómenos más amplios: apariciones que anuncian la muerte, sonidos extraños, milagros corporales, hechicerías y criaturas imposibles. Sanz reconstruye cómo los antiguos interpretaban como portentos divinos lo que hoy clasificaríamos como fenómenos paranormales. La frontera entre religión, magia y superstición era tan difusa como fértil para la imaginación.

Así, conoceremos hechizos que buscaban resucitar cadáveres, fragmentos de conjuros que aspiraban a enamorar o a destruir, y leyendas de cuerpos humanos que desafiaban las leyes de la naturaleza. Filóstrato llega a afirmar que los espíritus de Aquiles y Helena no solo se aparecían a los vivos, sino que habían seguido amándose eternamente en la otra vida. El romanticismo griego llevado al más allá.

La obra cierra con dos capítulos especialmente evocadores: Criaturas extrañas y Milagros del cuerpo humano. Aquí el autor se permite explorar desde bestias fabulosas hasta mutaciones corporales que asombraban -y a menudo aterraban- a los antiguos. Es un cierre que nos recuerda que el terror siempre ha sido también fascinación, y que el cuerpo humano, aún más que los dioses, era el gran campo de batalla entre lo natural y lo sobrenatural.

"Avernalia" no solo es un compendio exhaustivo de lo inexplicable en el mundo clásico: es también un homenaje a esa parte de la historia que rara vez se enseña, pero que dice tanto -o más- sobre una civilización que sus leyes o sus guerras. Arturo S. Sanz escribe con claridad, sin pedantería, pero con un respeto evidente por sus fuentes y por la inteligencia del lector. El resultado es un libro que puede disfrutarse como una lectura de entretenimiento, como una investigación histórica o incluso como una fuente de inspiración para escritores, cineastas y curiosos del horror ancestral.

En resumen, "Avernalia" nos recuerda que los fantasmas no son cosa de moda. Estaban con nosotros cuando el mundo era joven y los dioses caminaban entre los hombres. Y quizá -solo quizá- nunca se fueron del todo.

Muy recomendado. Otra maravilla publicada por Akal Ediciones.

 

Violeta Lila

 

 

 

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