Atlas de lugares imaginados

Opinión:

"Atlas de lugares imaginados" es un libro que derrocha imaginación desde la misma portada. Sus autores, Matt Brown y Rhys B. Davies, han conseguido reunir en este magnífico volumen una enorme lista de lugares fruto de la imaginación, tanto literaria, como cinematográfica y televisiva, que se percibirá en toda su complejidad gracias al trabajo del ilustrador Mike Hall, que también aporta un buen puñado de imágenes, repartidas por todos los mapas, que los iluminan al estilo clásico en un estilo actual.

Supongo que los autores han preferido centrarse en unos sitios más o menos emblemáticos para que el volumen fuese manejable, aun con sus cumplidas dimensiones de 25 x 31 cm, que ya le hacen destacar, a la vez que le colocan en consonancia con otros atlas que se puedan tener en casa.

Digo lo de centrarse porque los textos recogen una cantidad limitada de sitios comentados, algo más de 400, mientras que el índice, según se indica, contiene algunas más de 5000 ubicaciones, que si se hubiesen comentado todas, este atlas tendría varios volúmenes.

Respecto al índice, debo señalar que hay dos, uno es el de ubicaciones, que ocupa desde la página 130 a la página 150, seguido del índice de fuentes, desde la página 151 a la página 167. Como el formato de texto es el mismo (bastante pequeño, por lo que recomiendo tener una lupa a mano), es fácil que se busque una ubicación en las fuentes en lugar de en las ubicaciones, a mí me ha pasado eso mismo hasta que me he percatado del despiste.

El atlas contempla 18 zonas, que son en las que se ha dividido el planeta; según la cantidad de referencias de todo tipo que se han recopilado, cada una de las zonas puede abarcar un continente entero, como es el caso de África o también Australia y Nueva Zelanda; o ceñirse a una parte concreta como sería Estados Unidos en América o Japón en Asia.

En cualquiera de los casos, la estructura de cada capítulo es similar, empezando con unos textos generales, el mapa correspondiente a doble página (menos en Estados Unidos, que se extiende por tres mapas a doble página), y los textos de las ubicaciones comentadas, una veintena o más en cada capítulo.

En lo que nos toca de cerca, España y, ampliando un poco, toda la Península Ibérica, tenemos dos opciones, pudiendo recrearse la mirada en el mapa de las páginas 44-45 o en el que luce en la portada, que incluso está reproducido a un tamaño mayor que el del interior y que habrá sido una aportación singular de Blume para la edición española.

Sea en uno o en otro, se podrá ver allí una buena serie de lugares que, en muchos casos, nos resultarán bastante conocidos. Los hay literarios, alguno cinematográfico, también televisivos, sean de series o de algún anuncio publicitario, que también.

"Atlas de lugares imaginados" es un libro que ofrece mucho entretenimiento con esa muy extensa lista de lugares donde manda la imaginación, que nos hará pasar muy buenos ratos, si no en busca del tesoro, sí en unos recorridos de fantasía donde descubriremos muchas referencias que nos traerán recuerdos especiales.

Selin