Así comienza

Opinión:

Así comienza esta historia: alguien tiene que morir. Puede ser una elección o puede pasar algo imprevisto. Este inicio de apenas unas líneas donde se indica que no hay otra opción se cierra, en realidad, al final del libro, de modo que ahí va una advertencia: si eres de l@s que leen el final de las novelas antes de acabar la novela, hazme caso: no lo hagas. Esta vez no. Si lo haces la novela habrá perdido toda su gracia y te arrepentirás, porque su gracia está ahí y no en otra parte.

Precisamente yo me preguntaba durante la lectura qué había hecho que "Así comienza" de Rachel Abbott hubiese vendido tres millones de ejemplares porque no era un suspense claro lleno de tensión, no era un thriller al uso. Más bien era un drama, una novela dramática. Una mujer supuestamente maltratada -y digo supuestamente porque la novela va de esto, de si lo es o no y de si lo había planeado o simplemente ocurre- mata a su pareja y padre de su pequeña hija Lulu. Le mata pero amándole, no odiándole. Es fría ante el jurado y no acepta que sientan pena por ella porque cree que debe pagar por lo que ha hecho. Eso se lo pone muy difícil a quien quiere ayudarle. Evie trabaja de voluntaria en una casa de acogida para mujeres maltratadas mano a mano con Harriet, y es esta Harriet quien le consigue el mejor abogado para que la defienda.

La novela comienza con el momento en que la policía descubre el asesinato para, acto seguido, llevarnos a un pasado reciente (tres meses antes) y que conozcamos la historia para entender por qué estamos en ese punto.

Toda la novela se basa en el juicio y se alterna con la historia personal de una mujer policía, la sargento Stephanie King, que bajo mi punto de vista sobraba. Su papel, en la novela, podía utilizarse igualmente sin que nos contaran su vida amorosa, pero seguramente habrá quien lo vea bien porque les gusta leer acerca de relaciones personales de amor y desamor. No es mi caso, yo quería el suspense directamente, lo confieso.

Los tres personajes principales son Evie -la asesina-, Mark, el asesinado, y Cleo, la hermana. La pequeña Lulú hace un papel muy importante en la trama a pesar de no parecerlo. Cleo pierde a su hermano, a ese que siempre protegió antes que a ella, de modo que Lulú es lo que le queda de él, pero Lulú es hija de Evie, la asesina de su hermano. No puedo dar detalles porque aquí decir más de la cuenta sí es hacer spoiler pero en todo caso comentar que esa parte está muy bien planeada. Y de hecho aunque me resulta a veces histriónica e incomprensible, entiendo que Rachel Abbott cree a Cleo como un personaje casi borderline, al borde del abismo. De hecho ahí Lulú juega un papel importante.

Otro personaje que aparece aparte de la policía y su ex pareja, es la amiga común de Cleo y Evie: Aminah. Es una madre de familia numerosa que cae muy bien, joven y amigable, alguien en quien confiar, delicada con el tema dado que es amiga de ambas y se mueve casi entre la espada y la pared.

Los otros personajes son los abogados (abogado y fiscal en realidad) y la propia mujer muerta de Mark, Mia, que es nombrada en unas cuantas ocasiones. Hay más, pero no daré más pistas porque los principales son los nombrados.

Tampoco es un thriller de acción como los que leemos habitualmente. El suspense crea tensión, y tampoco creo que este sea el caso: es más bien intriga. Intriga por saber cómo acabará todo para empezar. Y hay un misterio doble: por un lado averiguar si de verdad era una mujer maltratada como parece -porque todo apunta a ello- o si lo inventa todo como dice Cleo porque Mark jamás haría algo así. Sin embargo Rachel Abbott es lista en este sentido porque no convierte a Mark en viudo por una enfermedad: su mujer, Mia, murió por un accidente cayendo escaleras abajo.

Esto que estoy contando no es ningún spoiler, básicamente la historia comienza así: sabemos que Mark es viudo y que está pasando un momento oscuro, de duelo, y nos cuentan por qué, de modo que no es un misterio desvelado en esta opinión.

Y es que la novela se puede decir que es o bien previsible en bastantes ocasiones o simplemente que estamos ante un juicio y las cosas que pasan las esperamos. De hecho estamos ante un 50%. O es venganza, o le mató por temor a lo que venía después. A favor, las lesiones; en contra, que se descubren algunas mentiras de Evie, de modo que l@s lectores nunca sabemos a ciencia cierta qué es verdad y qué no hasta que finalice la novela.

La parte positiva es que lee con agrado, especialmente si has leído antes novelas más gruesas, más densas, menos fáciles. Esta no tiene magia en las palabras pero sí tiene un final sorprendente. Es más, confieso que no me lo esperaba. Digamos que conforme avanza la novela se van sabiendo más cosas y ninguna sorprende demasiado -al menos a mí- y que estaba convencida de que iba a finalizarla con un psé… Pero en la penúltima página lees "algo" (por eso insisto en que mantengáis la intriga hasta el final y no pequéis de curios@s) que te hace entender por qué ha vendido tanto. Es totalmente inesperado. Es más, estás acabando y sigue siendo previsible, casi hasta el último momento. Y entonces te deja boquiabiert@.

Es una novela sencilla, que gustará especialmente a quienes disfruten de dramas y de juicios, y de pasados que se desvelan poco a poco; y justo antes de cerrar el libro se sorprenderán porque ahí está el as en la manga de Rachel Abbott, eso que la ha convertido en superventas.

Anika Lillo