Anna de las Cinco Villas

Opinión:

No conocía a Arnold Bennett, pero debo decir, tras leer "Anna de las Cinco Villas", una de sus primeras novelas, que es uno de esos autores injustamente olvidados (a pesar de que, según la introducción, fue un escritor muy aclamado en vida).

Es una novela costumbrista, profusa en descripciones y detalles tanto de los escenarios y los personajes como de las escenas de la vida cotidiana. Nos habla de la clase media rural de la época y es como una ventana a esa sociedad, que conoces mucho mejor cuando acabas el libro.

Hay algunas notas al pie para entender algunos conceptos que al lector español del siglo XXI se le pueden escapar, pero solo las justas y necesarias, sin saturar. También destacan las ilustraciones, muy del estilo de entonces, y que la edición es muy bonita y cuidada.

A pesar de que apenas avanza el argumento, se hace muy amena y resulta muy interesante la evolución de la protagonista, Anna. Esta chica, siempre sometida a un padre autoritario y avaro (además de odioso en todos los aspectos), descubre de repente que, a pesar de la austeridad con la que viven, en realidad tiene una fortuna. Ese es solo uno de los cambios en su vida: ahora, su padre pretende que sea ella quien reclame las rentas a sus deudores, lo que le genera malestar y situaciones que ponen a prueba sus valores. Además, tiene un pretendiente y comienza a moverse más en sociedad, lo que le hace cuestionarse lo que había considerado normal: la actitud de su padre.

 A lo largo de la novela acompañamos a Anna en ese viaje interior que la hace madurar y poner a prueba los límites del yugo paterno, cuestionarse su propia bondad, ganar seguridad en sí misma e intentar comprender sus sentimientos. Todo conduce a un final que parece un tanto predecible, pero que te pega una buena bofetada en las últimas tres páginas, hasta el punto de cuestionarte muchas de las cosas que dabas por sabidas. Debo reconocer que volví a leer la última página, por si la había entendido mal, pero no: es brillante.

En definitiva, un descubrimiento que deja buen sabor de boca, retrato de una época y con un final impactante. Muy curioso.

Déborah F. Muñoz