Alvar Mayor Vol. 01

Opinión:

El primer episodio con el que nos adentramos en las aventuras de Alvar Mayor, "La leyenda de El Dorado", sirve para establecer uno de los principales motivos de este viaje que empezó a fraguarse allá por el año 1976 de la mano del guionista Carlos Trillo y del excelente dibujante Enrique Breccia; la búsqueda del oro que Pizarro dijo que existía en algún lugar de las Américas y la conquista del Nuevo Mundo.

Hasta aquí nada nuevo si no fuese por el punto de vista desde el que se trata cada historieta, donde todo concluye pero al mismo tiempo continúa, pues, aunque siempre son los personajes secundarios quienes intentan marcar el ritmo de la acción es finalmente el protagonista quien, con su aspecto de hombre tranquilo, sus habilidades y un ingrediente donde se mezclan lo fantástico con la sabiduría que le aporta el conocimiento del medio en el que se desenvuelve, logra detener el tiempo y poner freno a las injusticias que cometen los españoles en las Américas, capaces de arrasar aldeas y esclavizar por la codicia del oro. En su primera entrada en escena podemos ver el aplomo y la seguridad que transmiten los trazos de su perfil, así como una cicatriz en el rostro y un sombrero que, particularmente, me ha hecho recordar al capitán Alatriste.

Desde los primeros dibujos me ha parecido increíble el uso del negro sobre blanco que proporciona la tinta china, más que suficiente para definir personajes: a los malos se les ve a distancia y las mujeres destacan por su belleza; los escenarios impresionan por la multitud de detalles, siendo el dibujo de los árboles y plantas donde mayor realismo he percibido. El anarquismo en la distribución de las viñetas hace imposible que se caiga en la monotonía, típica de la distribución de las tiras, y se disfrute más con los encuadres y secuencias de esta novela gráfica, alguno de ellos, sobre todo los que abren y cierran cada episodio, grandiosos por su sencillez o por el minucioso detalle.

En la ciudad perdida de los incas iniciamos una serie de aventuras en busca de un árbol milagroso que cura las enfermedades, nuevos tesoros o la fuente de la vida eterna. En ellas, Enrique Breccia se recrea en los escenarios que recorren Alvar Mayor y su inseparable amigo Tihuo, un indígena que ha heredado de su padre la sabiduría de todo cuanto le rodea; o con las mujeres, bellas en su mayoría y que contrastan con el dibujo de hombres sucios, despeinados y con barba de varios días. Entre las mujeres destaca Lucía de Lerma a quien salva de morir en la horca acusada de brujería y de la que se enamora.

Pero no todo es aventura, esta se mezcla con fantasía propiciada por fiebres, hechizos, conjuros, monstruos y seres infernales que cuentan historias, dotando a los diferentes relatos de nuevos ingredientes con los que seguir disfrutando de las tramas como de la multitud de detalles que nos podemos encontrar en cada viñeta y que no me canso de contemplar.

La serie, recopilada en su totalidad y editada de manera cronológica, es una apuesta segura que además tiene el valor añadido de los extras al final del volumen, esas páginas donde siempre se nos abre el apetito, incluso de una segunda lectura más documentada o descubrimos ese cómic olvidado.

Porlomenix