La experiencia

Opinión:

En "La Experiencia" podemos decir que encontramos dos novelas: de una parte, la relación de la forma en la que un escritor frustrado por los rechazos constantes engatusa a una editorial independiente para que le publique una recopilación de relatos cortos llamada Estabulario, haciéndose pasar por una veinteañera -él anda metido en los cuarenta- e intentando demostrar de una manera tan singular como efectiva que puede existir una discriminación positiva, o al menos una tendencia a valorar lo no textual. El protagonista sospecha que existe un alto grado de superficialidad por parte de las editoriales a la hora de juzgar un producto, basando sus decisiones con más frecuencia de la que deberían en quién escribe y no tanto en las cualidades objetivas del texto. Los correos cruzados con editores muy variados que aquí se reproducen intentan evidenciar que esta realidad existe.

De otra parte, está la novela de las circunstancias del narrador mientras ese cortejo a la editorial ocurre, en cuyas páginas se despliega una trama interesantísima sobre la precariedad laboral y las trampas de los malos empresarios que explotan al trabajador y estafan a los clientes. El narrador -con el mismo nombre del autor- es contratado para impartir una formación en una academia que hará malabares con las cifras, los horarios y el temario para ganar más dinero explotando a sus empleados, engañando a sus clientes y robando dinero de fondos europeos. Al ser nuestro protagonista la cara visible del fraude, y siendo la persona que está en el día a día con los alumnos, se encontrará en la difícil situación de ser a un tiempo víctima y cómplice necesario del engaño.

Está narrado en un realismo que casi me atrevería a llamar virtuoso, con una técnica magnífica, muy buen oído para los diálogos -aunque en algún momento se abuse de la reproducción de tiradas de conversación- y un amor por el detalle que le revela como un buen escritor, que sabe elegir los accidentes vitales (el desamor, el trabajo, el paso de la vida) que mueven al lector a vivir de muy cerca la novela. La experiencia es un texto que engancha porque contiene mucha verdad dentro, porque sabe colocarte bien en esa jornada de once horas que es un sinsentido completo, salvo para quien gana mucho dinero con ello.

El humor negro y la ironía son algunas de las armas que mejor juega el autor en su narración. Sabe deslizar muy bien bromas entre conclusiones bien serias, y mezclar lo grave (existencialismo, crisis personales) con lo cotidiano (pesadillas domésticas, problemas laborales).

Sergi Puertas (Barcelona, 1970) publicó con Impedimenta en 2017 una colección de relatos llamada precisamente "Estabulario", reseñada por mí en este mismo portal, así que al leer "La experiencia" me queda la duda de si lo que aquí se cuenta tiene algún tipo de trasfondo real. Ha publicado también una novela gráfica y durante unos años fue el redactor jefe de aquella cabecera mítica llamada El Víbora.

De cualquier forma, si ya con la publicación de Estabulario me parecía que estábamos ante un escritor original, distinto, con talento para darnos buenos textos, "La experiencia" no hace sino confirmar que un espíritu libre como él nos sorprenderá para bien en cada entrega. Yo ya estoy aguardando la siguiente obra.

Rafael Ruiz Pleguezuelos