El archivo de los sentimientos

Opinión:

En 2021 se publicó la obra Das Archiv der Gefühle, y no ha sido hasta tres años más tarde que se no ha presentado en sociedad en España. Peter Stamm, un habitual en las publicaciones de la editorial Acantilado, nos deleita con una obra que combina racionalidad con sentimientos y que combina también realidad con imaginación, todo ello bajo la traducción de José Aníbal Campos, quien ha traducido otras novelas del autor.

La obra es un collage de momentos y recuerdos que fluctúan en el tiempo (moviéndose en el presente y pasado) hasta que el presente se estabiliza y el protagonista decide que es la hora de retomar el contacto con una antigua amiga de la que estuvo enamorado, Franciszka, cantante con el nombre artístico de Fabienne. Haciendo honor a su trabajo como documentalista (ahora en el paro puesto que su trabajo es irrelevante), el texto se estructura en diferentes trozos que recuerdan a trozos periodísticos. Tanto es así que, tal como indica el título de la obra, los sentimientos se encuadran en archivos, como si de una forma lógica racional se pudieran clasificar y agrupar. Los archivos, sin embargo, son una estructura fija, de una sólo verdad, que no admiten variaciones ni transformaciones. El protagonista, cuyo nombre en ningún momento es revelado, recopila noticias relacionadas con Franciszka, en un intento de crear una vida que realmente desconoce. En el momento en que decide salir al exterior para saber de ella, los archivos dejan de ser mundo inamovible, y será entonces cuando caiga en la cuenta de que realmente no sabe nada de ella y de que aquellos recuerdos que guarda de ella de cuando eran pequeños y adolescentes no están relacionados con la Franciszka de hoy. Porque la vida es movimiento y el movimiento es cambio.

Al escritor Peter Stamm le gusta circular entre lo real y lo fantasioso y, sobre todo, circular en el pasado. Ya con anterioridad se ha reseñado su cuento largo "Marcia de Vermont. Cuento de invierno", en donde el protagonista juguetea con la imaginación y con una mujer que había conocido 30 años atrás. En "El archivo de los sentimientos" ocurre algo muy parecido, con un pequeño amago de que Franciszka pueda representar un fantasma. Todo está escrito en primera persona, desde el punto de vista del protagonista, quien se envuelve en una maraña interminable de pensamiento, recuerdos y dudas.

Le falta acción y movimiento. Se trata de una novela muy psicológica con un ritmo lento, donde ocurren muchas cosas pero que no parecen muy relevantes. Lo son, de relevantes, para construir ese mundo que él mismo se ha creado; sin embargo, de cara al lector/a, tanto pasado y menos presente pueden distanciarle de la trama y del suspense. De hecho, posee un final flojo, muy lógico aun así, que quizás deje insatisfecho a algunos/as.

Posee un estilo fluido, con una narrativa rica y fácil de leer. La mezcla de sentimientos, de pensamientos y reflexiones forman una historia emotiva y parcialmente romántica, puesto que el protagonista es bastante frío, y su frialdad traspasa las hojas. Esta frialdad pueda hacer que, al igual con la trama, los lectores no conecten con el protagonista. Sin embargo, la construcción de Franciszka está muy bien lograda.

Peter Stamm (Weinfelden, 1963) estudió Filología Inglesa, Psicología, Psicopatología e Informática en Zúrich. Lleva dedicándose a la literatura por más de 30 años y es también redactor de una revista literaria. Sus obras se han traducido a más de 30 idiomas, certificando su éxito a nivel mundial. Ha ganado principalmente el Premio de Literatura de Rauris, el Premio de Literatura de Rheingau y el Premio Hölderlin. En 2013 fue candidato a ganar el Premio Booker, que se llevó Lydia Davis.

Cristià Serrano