Sangre de dioses

Opinión:

"Sangre de Dioses" es la nueva novela de Belén Martínez, una historia de fantasía con una ambientación muy cuidada y personajes a punto de vivir una transformación vital.

Lo cierto es que creí que sería autoconclusiva, pero a medida que iba leyendo me di cuenta de que no sería así, pues la trama no avanzaba al ritmo esperado para un solo libro, lo cual me hizo adaptarme a la lectura y leer este primer volumen con otro enfoque, considerándolo más una novela introductoria que otra cosa.

En el reino de Valerya, las familias nobles son bendecidas con los dones de los dioses, reflejados en los cuatro elementos naturales:

La Diosa Balar regaló su aliento a los Aer y les concedió el Don del Aire.
El Dios Kaal derramó su sangre caliente sobre los Lux y les concedió el Don del Fuego.
La Diosa Kitara dejó que los Mare bebieran de su boca y les concedió el Don del Agua.
El Dios Vergel les ofreció sus huesos a los Virentia y les concedió el Don de la Tierra.

En este contexto encontramos a Anna, una criada de la familia Doyle. Desde el accidente que ocurrió en su infancia, tiene prohibido acercarse al fuego. Bastian Doyle, el hijo de los señores, sufrió quemaduras en la cara y desde entonces su relación con Anna se ha enfriado; también porque esconde un secreto. Lya, su prometida, espera hacerse un hueco en su corazón después de haber sido repudiada por su familia por su "talento" frágil.

La vida de estos tres personajes dará un vuelco con la noticia de la muerte del rey. Desde ese momento, emprenderán un viaje repleto de peligros, caos y muerte para descubrir quiénes son realmente y su importancia en el futuro del reino.

Con esta novela he tenido sentimientos encontrados, la portada me conquistó y la sinopsis me atraía muchísimo, pero me ha costado mucho más de lo normal entrar en la historia. Por suerte, hacia el final la cosa cambió, el ritmo aumentó y ya no me pude despegar de sus páginas. Creo que la continuación será brutal.

El personaje que más me ha gustado no ha sido un protagonista, no, se trata de Val, un esclavo con un poder inmenso y unas ansias de venganza brutales. Creo que su papel en la segunda parte será más que relevante o, al menos, confío en ello. También me ha sorprendido la evolución de Lya. De Bastian y Anna no esperaba menos y han cumplido con creces, eso sí, creo que aún les queda un largo recorrido como personajes.

La ambientación es otra de las mejores cosas. Resulta fácil situarse en este reino donde los dones forman parte de todo, se ven naturales. Casi de fondo, una tensión constante… la guerra es inminente, el pueblo está cansado de leyes injustas que solo favorecen a los nobles. La rabia, la venganza y el odio darán paso a un cambio, un cambio que dejará un río se sangre a su paso.

El ritmo es algo lento, sobre todo hasta la mitad del libro. La autora se toma su tiempo para presentar el escenario y dotar a los personajes de carisma. Ese camino que emprenden lleva tiempo, al igual que los cambios que se van dando en ellos. Que eso no os desanime, pues seréis recompensados con un giro hacia el final que será el comienzo de todo.

Poco más que decir, salvo que espero con ganas la continuación. Personalmente, creo que, aunque me ha costado un poco conectar con la trama y los personajes, merece la pena adentrarse en esta historia.

Mónica CZ