Una buena chica

Opinión:

Una historia juvenil, de chico-chica, divertida, conmovedora a veces, como la vida de cualquier veinteañero, con situaciones divertidas y picantonas que harán el deleite de los lectores más jóvenes. 

Cooper, un joven hecho a sí mismo, falto de afecto por una madre ausente y con problemas y sin padre desde los 12 años, le conocemos como camarero poniendo copas y revelándose contra los pijos y niños de papá mimados que en breve colonizarán Avalon Bay con el comienzo del curso universitario tras las vacaciones de verano. Él es el contrapunto de ellos; él trabaja para ganarse la vida y poder mantenerse él y su hermano, y ahorrar hasta poder montar su propio negocio. No tiene intención de meterse en relaciones serias. 

Mackenzie (Mac) Cabot, hija única de buena familia, una de esas niñas pijas recién llegada al campus tras haberse tomado un año sabático en el que se ha dedicado a montar una web con bastante éxito, por cierto, a cambio de la promesa que hace a sus padres de volver a estudiar. Qué duro eso de volver a los deberes y a los exámenes y supeditada a los profesores y a los planes de estudio… Tiene novio desde hace 4 años, el único chico con el que ha salido, en una relación como de "matrimonio de ancianos", tan planificada y organizada como ella misma, y con unos códigos sobre el amor, la fidelidad y la lealtad que "desconocía". Decía que las mariposas en el estómago estaban sobrevaloradas, y lo importante era compartir la misma visión de futuro. 

Una situación ya conocida en el ambiente: una trifulca entre Cooper y un grupo de pijos, casualmente el novio de Mac como cabecilla, y con el más débil, en este caso Cooper, perdiendo su trabajo; esto hace que, cansado de ser el saco de boxeo de los ricos pijos, despierte en él deseos de venganza, se viene arriba, y se apuesta con sus amigos "quitarle a la novia". El destino parece que está de acuerdo con el plan, por lo que, ¡que empiece el juego! Solo que, cuando ideó el plan, no contaba con que la divertida estrategia se podría convertir en un juego demasiado peligroso como para no quemarse. 

Predecible lo que va a ocurrir, y aunque a simple vista Cooper y Mac no pueden parecer más diferentes, tienen en común más de lo que ellos creen. Ambos comparten en el fondo un sentimiento de soledad por padres emocionalmente ausentes que hará que se parezcan más de lo que piensan. Juntos despertarán su lado más vulnerable a pesar ella de no querer colocarse "deliberadamente" en el camino de la tentación; no sabría hasta qué punto se estaba subestimando. Él, con sus prejuicios generalizando en el comportamiento de las niñas de buena familia acostumbradas a todo lo que desean y que lo más cerca que estarán de sentir emoción es al preguntarse cómo es estar con un chico pobre. Ambos causarán estragos uno en el otro, alterarán el orden de sus vidas vs esa idea arraigada que tienen de controlar su propio destino. Ese destino del que Cooper decía: "hace tiempo que aprendí que todo es temporal. Es más fácil así; menos problemático para todos". Pero sus barreras se desmoronarán fácilmente y quizá los dos se salven mutuamente. 

Pero, en un juego donde no se han puesto todas las cartas encima de la mesa desde el principio, puede que cuando menos se lo esperen, todo estalle y se rompa en añicos, volviendo a levantarse las murallas que cada uno tenía al principio y que derribaron al conocerse. ¿Serán capaces de volver a derribarlas? 

Un romance juvenil, fresco, impulsivo y sexy que se pone a favor de aquellos que prefieren guiarse más por los deseos del corazón que de la razón.

Belén Flores