Sueños

Opinión:

"Sueños"  es una novela claramente dirigida a un público juvenil... pero que este detalle no os engañe, porque aquí encontraremos una historia de fantasía pura muy bien construida, con una protagonista que es capaz de viajar por los sueños de la gente, lo que le permite descubrir mundos cargados de anhelos y expectativas, aunque también de peligros sin rostro capaces de operar entre el universo onírico y la vigilia.

Ese lugar onírico posee una convincente atmósfera malsana. La escritura tiene la fuerza necesaria para transportar al lector a esos mundos. La prosa rica y concisa apoya la plena convicción de un sitio (los sueños) que aquí se convierten en una posibilidad real, tangible y sumamente amenazadora.

Nos adentramos en un thriller de fantasía sobrenatural repleto de peligros y monstruos que cazan personas. Tal vez el lector, en algunos momentos, puede estar confundido por la evolución de la trama; eso se debe a que hay varias historias cobrando vida al mismo tiempo, que irán entrelazándose. Su comienzo es un poco lento, pero mejora mucho según vas avanzando en la lectura. La parte de la fantasía la sentiremos mucho más intensa hacia el final.

Dea y su madre, Miriam, son viajeras de sueños. Lo son por necesidad, si no se adentran en los sueños de las personas se volverán débiles, enfermarán y morirán. Ellas conocen las reglas, siempre las cumplen, pero Dea y Connor se han peleado, ¿qué no estaría dispuesta a hacer por amor?

Sueños, mentiras, secretos que se mueven en una historia de misterio con un fondo espeluznante de hombres, monstruos y otros seres que habitan ese espacio, acompañándose de buenos giros argumentales. El romance en realidad no es tan importante, simplemente es una parte más, lo que verdaderamente tiene fuerza es lo onírico. 

Narrado en tercera persona, sabemos que para Dea los espejos están prohibidos, en cambio los relojes son casi una bendición, tanto como los pájaros que marcan el fin de los sueños. Leer sobre esos hombres sin rostro es adentrarse en una auténtica pesadilla, su forma descrita es tremenda, el autor desea que llegues a visualizarlos, y vaya si lo logra. Una escalofriante lectura con dos cometidos: la búsqueda de una persona y el enigma de un asesinato, sin dejar de entrar en la otra parte. Robert L. Anderson, en esta novela, desarrolla una perfecta arquitectura de los sueños. El mundo onírico adquiere aquí una estructura orgánica donde se conforma un todo entre ese mundo propiamente dicho y sus habitantes. 

¿Qué es el mundo real y qué es el sueño? Dudaremos en más de una ocasión y llegaremos a sentir, como lectores, que el conjunto se encuentra desordenado y sin embargo, esto es lo que hace tan enigmática la narración.

Me ha gustado, lo encontré original, mezclando perfectamente varios géneros sin que por ello bajara la tensión narrativa.

Le pongo buena puntuación. 

Violeta Lila