Si el mundo entero fuese...

Opinión:

Este precioso cuento infantil, trae a las librerías un tema que, en la mayoría de los casos, es difícil de explicar a los más pequeños. El fallecimiento de un ser querido.

"Si el mundo entero fuese…" nos trae otro punto de vista de cómo enfocar el duelo a través de una historia amable, sensible, optimista, lírica, muy bien cuidada y llena de pequeños detalles.

La edición es espectacular, mostrándose limpia y atractiva para los más pequeños. El texto es escaso y sencillo, muy adecuado para la edad que va dirigida. Las frases que lo componen son pequeñas poesías que se relacionan unas con otras. Las ilustraciones son exquisitas y sutiles, dibujadas con acuarelas en tonos pastel, llenan de colorido las páginas de este bello libro otorgándole armonía y delicadeza.

Dividido por estaciones, la historia se basa en los pequeños detalles de la vida, en los momentos que aparentemente suceden rápido y sin significado alguno pero que contienen una gran carga emocional y conforman lo que somos.

A partir del cuento no solo se puede trabajar el duelo, sino que es un buen recurso para tratar el respeto a los mayores, el paso del tiempo, el amor, el cariño, la tristeza, la soledad, el disfrute de los pequeños momentos y la importancia de compartir actividades con otras personas más allá de las tecnologías.

Se introduce la multiculturalidad al representar a los protagonistas como originarios de la India, y a través de ese detalle el autor crea una simbología y compone, junto a la ilustradora, elementos artísticos tales como la representación de significantes en esta cultura como el Taj Mahal, el elefante, el tigre, las bicicletas, los mandalas… además de mandalas, fabricados con objetos significativos para la niña y su abuelo, entre otros que dota de originalidad y colorido al cuento.

Considero que es un libro muy completo, con el que pueden disfrutar todos los públicos permitiendo a los más adultos reflexionar y usar como recurso para ayudar a los más pequeños a sobrellevar un suceso elemental en la vida de todo ser que ellos no son capaces de comprender.  

He de reconocer que me ha emocionado muchísimo y ha conseguido hacerme recordar mi infancia y todos esos pequeños momentos de felicidad que compartía con personas que, actualmente no se encuentran en mi vida y, fueron un pilar fundamental en ella.

Marisa Costa