Sherlock, Lupin y yo, 7. El enigma de la Cobra Real

Opinión:

Estamos ante el séptimo libro de la serie Sherlock, Lupin y yo escrito, supuestamente por Irene Adler, seudónimo utilizado por los autores P. D. Baccalario, director de este proyecto, y Alessandro Gatti, el autor propiamente dicho. Cada capítulo se inicia con una ligera ilustración realizada por Iacopo Bruno relacionado con ese capítulo en concreto.

Leopold, el padre adoptivo de Irene, no es capaz de superar la muerte de su mujer, por lo que decide huir de París y regresar a Londres. Cree que así su vida será más fácil y podrá tratar de reencontrar su camino. Poco podría imaginar que al poco de llegar se llevaría un disgusto enorme.

La historia nos muestra lo importante que es mantener las apariencias para el padre de Irene, quien a pesar de estar de acuerdo con su hija en algunos de sus actos tiene que mostrar una actitud distante y enojada de cara a la galería.

Así, con el beneplácito de su padre, Irene tratará de desenmarañar esta complicada trama junto a sus amigos. Una trama en la que descubrirán algunas de las costumbres de las colonias británicas en la India. Colonias que luchan por su independencia, por su dignidad y por la igualdad para con las gentes del imperio inglés.

Sherlock, Lupin e Irene vivirán una de las aventuras más arriesgadas. Y es que la nueva libertad de Irene, sin una madre que la vigile, le da ciertas alas, además de tratar a su amigo Horace Nelson.

Sin embargo, nuestros amigos necesitarán de la ayuda inesperada de alguien que les proporcionará las pistas necesarias para dar con la clave del misterio y evitar un asesinato perfectamente planificado.

Una aventura espectacular en una edición fantástica que con la portada ya consigue trasladar al lector a la época en la suceden los hechos. Así los jóvenes conseguirán impregnarse de la sensaciones y las noticias que sucedieron o pudieron suceder en aquel momento.

Sorprenderá a aquellos que ya conozcan a Sherlock Holmes, pues en un principio parece que no será capaz de resolver este gran misterio. Pero, claro a ver quién es el que se atreve a dudar del ingenio del famoso detective.

Mila L. Castelo