Ranger reject 2

Opinión:

Resulta muy complicado hablar de "Ranger reject 2" sin arruinar el final sorpresa que encontramos en "Ranger reject 1", que resulta de lo más inesperado y genera mucha curiosidad. Así pues, esta reseña tendrá que dar rodeos para decir, sin decir, lo que podemos encontrar en este tomo en comparación con el anterior.

En el anterior, había muchos toques de humor, sobre todo en lo tocante a los villanos. En este, esos toques de humor siguen presentes, pero en menor número, ya que la historia se centra en otras cosas. Lo que se busca a estas alturas es un acercamiento a los personajes, tanto a los alienígenas como a los humanos.

Descubrimos, por ejemplo, que los alienígenas que ahora son marionetas de los Dragon Keepers antes lo eran de sus altos mandos, hasta el punto de que no tenían ni nombres. Eso explica muchas cosas del carácter del soldado D, que nunca tuvo un plan predefinido y actuaba por impulso: su individualidad y autoconciencia son recientes, y lo único que tiene claro es que quiere deshacerse de sus opresores humanos, sin darse cuenta de que su impulsividad es contraproducente.

Conocemos también las motivaciones de muchos de los personajes que forman o quieren formar parte de los Dragon Keepers, ya sea para ascender en la organización como para cambiarla. En general resulta interesante, aunque una larga batalla contra un único adversario hace que dicho adversario se repita como un loro y que esa parte se haga pesada, porque no hacía falta que explicara tantas veces sus motivaciones.

Además, nos vamos dando cuenta de que hay muchas cosas que no sabemos, relaciones e incógnitas que lo condicionan todo pero que iremos descubriendo de sorpresa en sorpresa.

Los dibujos, además, están muy bien hechos, al estilo de los Power Rangers y con grandes cajas de texto, como las de los manga antiguos y personajes muy bien diferenciados.

Vamos, que estoy deseando leer los siguientes y ver cómo se las apañan los alienígenas rebeldes para cambiar su situación. De nuevo el final se quedó en un buen punto, así que el tercero sin duda seguirá por el buen camino.

Déborah F. Muñoz