Misterios desde el parapente

Opinión:

Estamos ante el quinto título de Aventureros en Acción, de la escritora Pilar López Bernués, y ya los personajes nos son bastante conocidos a sus seguidores. Conocemos cómo es cada uno, qué les gusta, qué les disgusta, si unos hablan de una forma y otros de la más inesperada (como Víctor y Jordi, que no olvidan comunicarse en ASCII cuando la oportunidad lo requiere), incluso somos conocedores de los problemas de alimentación por los que ha pasado Nuria, y ese va a ser el germen de la nueva aventura del grupo, aunque sólo ella lo sabe y los demás deberán esperar hasta el momento en que los acontecimientos se precipitan, para saberlo.

La aventura les llevará a una mina abandonada junto a un poblado minero y un sanatorio para enfermedades respiratorias, conocidos como Santa Ana, Mina Ana, Mina Anita u otros nombres semejantes, y que el buen lector descubrirá. En el cercano albergue, dos de los amigos tienen oportunidad de volar en parapente, y durante el vuelo, como hemos leído más arriba, descubren a alguien que se oculta a la entrada de la abandonada mina, a otro personaje que vigila al anterior y a un tercero que toma el sol desnudo... Será la pluma de la autora la que relacione estos sucesos, que pueden parecer sin vinculación alguna, y que los aventureros sí sabrán entrelazar con un asesinado acaecido cien años antes, un tesoro de diamantes y una secta maléfica que se dedica a embaucar a inocentes jóvenes para sacarles la mayor cantidad de dinero posible.

Pilar López Bernués no desaprovechará la ocasión para que, a lo largo de la narración, sus personajes recuerden a los jóvenes lectores y lectoras de los peligros que se esconden en la red ("Internet es una herramienta prodigiosa, pero, como todas las herramientas, puede utilizarse para bien o para mal. ¡Por favor! Sed maduros y no creáis a ciencia cierta lo que os llegue por la Red.", Pág. 201); y, por supuesto, la importancia de conservar el medio ambiente y luchar contra el cambio climático ("¡Pues estarán tan zumbados como el planeta y ya no saben en qué estación están!", Pág. 173, refiriéndose a un sapo que canta en unas fechas inesperadas; o esta otra, unas páginas antes: "Solo tenemos un planeta- afirmó Rafa-. Y por si no te has dado cuenta, estamos en él, navegando por el Universo.").

En fin, una novela llena de aventura, misterio, pergaminos centenarios, confesiones inesperadas y asesinatos sin resolver desde tiempos en que la vida parecía más sencilla, al menos, así lo pudo pensar Ignacio, quien jamás sospecharía que sus vecinos... Pero esto deberéis descubrirlo en el libro.

Francisco Javier Illán Vivas