Los rebeldes de Crow (juvenil)

Opinión:

Los rebeldes de Crow  es la primera novela juvenil del autor sevillano Javier Márquez Sánchez, que anteriormente nos había deleitado con La fiesta de Orfeo.
 
El libro se presenta divido en capítulos cortos, encabezados con frases que dan una idea de lo que va a ocurrir en cada capítulo. Eso a mí personalmente no me ha gustado, porque ya te desvela un poco de lo que va a suceder y le quita parte de la emoción. La prosa del autor es ágil, aunque me hubiese gustado que hubiese más diálogos en ocasiones y que los que hay fuesen más dinámicos, ya que a veces parecen un poco forzados. Este libro ha sido encasillado como juvenil, pero realmente nos encontramos ante uno de esos libros que está ahí porque hay que ponerle una etiqueta y, al ser de aventuras, automáticamente pasa a denominarse juvenil, pero puede ser leído perfectamente por adultos.
 
Es una novela de aventuras en la que se nos muestra un contraste entre el mundo real (en el que ser bueno es lo normal) y la dimensión a la que viajan. En esa nueva dimensión, no tener moral o ética está bien visto y se persigue a los "débiles" que muestran signos de ternura, remordimientos y otra serie de sentimientos que no apoyen la violencia y los instintos más animales de los seres humanos. Aunque en teoría es un mundo que no existe, recuerda a todas las crueldades de los regímenes autoritarios que buscaban la supremacía de la raza en nuestro mundo, y quizás es una llamada de atención para recordar dónde está yendo nuestra sociedad al perder poco a poco sus valores.
 
Al leer el libro iba pensando que lo terrible de la premisa que nos presenta es que, a pesar de aparecer como ciencia ficción, algo que se plantea en esta obra (trabajar con seres humanos como conejillos de indias para realizar pruebas en laboratorios), no sólo se realizó durante el nazismo, sino que, con las nuevas tecnologías que se desarrollan, puede estar pasando de nuevo en alguna parte del mundo: la codicia humana es monstruosa y creo que ese es el verdadero terror que transmite el libro.
 
Me ha parecido un libro muy entretenido, cargado de acción  y del que sobre todo los jóvenes menos lectores, terminarán aprendiendo nuevas palabras, ya que el lenguaje empleado es más elevado que el que solemos ver en LIJ actualmente, lo que es de gradecer porque devuelve a los lectores parte de su inteligencia al considerarlos lo suficientemente maduros como para, si no entienden palabras como "pertrechar", buscarlas en el diccionario.
 
Habrá quien considere que los jóvenes de hoy en día no hablan de la forma que lo hacen los protagonistas, pero no se debe olvidar que tanto Álex como Ray son cinéfilos empedernidos, unos frikis, y quien haya hablado con gente como ellos en la vida real, sabrá que emplean todo el tiempo referencias al objeto de su frikistmo. Sí es cierto que la forma de hablar de los dos tiende a parecer más "de tipos duros" al principio del libro que al final y se podría haber cuidado más ese detalle, pero en general, sus conversaciones responden bien al tipo de chicos que son.
 
El autor intenta dar a los personajes femeninos mucha fuerza y protagonismo, haciendo que tanto Sara como Zoe aparezcan ante el lector como mujeres de armas tomar, que toman decisiones importantes y saben defenderse en un ambiente completamente hostil. Esto también es de agradecer porque ya está bien de leer personajes femeninos tontos e incapaces de reaccionar ante los problemas si no les ayuda un chico.
 
Oliver Crow, ¿qué se puede decir de él? El típico matón de cine, motero, con su puro, al que todo el mundo teme y al que todos buscan para conseguir ayuda, el cabecilla de un grupo conocido como "los rebeldes de Crow" y que, en el fondo, aunque quiera negarlo, tiene un corazón.
 
Hay varias escenas en el libro que se me han quedado especialmente grabadas en la memoria: la primera cuando conocemos por primera vez a Oliver Crow: una carrera salvaje de motos en la que el desprecio por la vida humana es impresionante y la escena en la que Ray debe convencer a los rebeldes de Crow de que se unan a ellos: es en esta cuando el frikismo cinéfilo llega al máximo al emplear los discursos de películas famosas para arengar a los rebeldes al darse cuenta de que no han visto películas como Braveheart en esa otra dimensión.
 
Y es que en general, todo el libro transcurre como una película y nos lo podemos imaginar perfectamente al leerlo, con todas esas escenas de acción. No me gustaría terminar sin comentar la divertida rivalidad entre The Beatles y The Rolling Stones que vemos en el libro y cómo la música terminará siendo muy importante para la historia.
 
En definitiva, un libro muy recomendable para aquellos que quieran leer algo diferente y lleno de acción trepidante. 
 
Elena Martínez Blanco