Los felpudos nunca mienten

Opinión:

"Los felpudos nunca mienten" es un cuento infantil escrito por María Rosal e ilustrado por Mónica Carretero.

Pertenece a la colección de Edebé "Tucán Verde", para niños a partir de 10 años. De la misma serie encontraremos también "Tucán azul" para niños a partir de 6 años; "Tucán Naranja", a partir de 8 años y "Tucán Rojo", para unos lectores más juveniles, a partir de 12 años, por lo que pueden acompañar a los niños a medida que crecen. Todos los libros de la serie Tucán tiene el mismo estilo de edición, algo que me ha gustado para facilitar la lectura a niños con TEA o autismo y que les cuestan tanto los cambios y salir de su zona de confort.

María Rosal ha creado una historia muy divertida con la que las carcajadas están aseguradas. Tiene además una manera de narrar muy sencilla y cómoda para los niños de la edad en que está pensaba la historia. Eso sí, sin dejar de lado la parte educativa, que también puedan aprender palabras nuevas que usar en su día a día.

En "Los felpudos nunca mienten" los lectores encontrarán una familia la mar de divertida y estrafalaria.

El narrador de la historia es Bern, diminutivo de Bernardo, un gran sabueso. Me ha gustado que la autora haya dado voz a un perro, además de una manera muy graciosa, humanizándolo y dejando ver que los perros también sienten, piensan y además son uno más de la familia.

Un día, la abuela Moon llega a casa explicando que alguien ha raptado a Bruno, el fantasma que vive con ella en su castillo.

Dante decide utilizar lo aprendido en el curso de investigador y junto a su familia, Bern y el gato Matusalén, salen en busca de Bruno.

Las situaciones que María Rosal ha creado son muy divertidas, además, es un cuento en el que continuamente están pasando cosas. Por ejemplo, la manera en que los malos dejaron tieso a Bruno, lo que le ocurre a Bern al guardar los trozos de Bruno en su barril o cuando llegan a casa y meten a Bruno en la bañera. Gracias a ello, los niños van a pasar un rato de lectura muy divertido mientras aprenden sin darse cuenta.

La autora destaca el valor de la familia y la unión, todos han aportado algo para ayudar a que Bruno vuelva a casa. A lo largo de la historia también aprenderán la importancia de actuar pensando y observando todas las piezas y no yendo a lo loco.

Las ilustraciones creadas por Mónica Carretero para "Los felpudos nunca mienten" son muy tiernas e infantiles. Las hay de diferentes tamaños, incluso a doble página, y acompañan a la perfección la escena que se acaba de leer en el texto. Son divertidas, de colores vivos y alegres, creando un bonito contraste entre ellos muy llamativo, por ejemplo, entre la ropa de los protagonistas. Viendo ya solo la portada, llamará la atención de los niños y se divertirán mucho observando los diferentes detalles, como por ejemplo, en la escena de la vecina Adolfina colgada entre balcones o la familia de Bern al completo intentando ocultar al fantasma Bruno de la policía.

Vane Gómez