La hija del Marqués de Carabás

Opinión:

Alicia Estrada, escritora cartagenera, ha trabajado toda su vida en el ámbito educativo, primero ejerciendo como docente en un centro para alumnos con discapacidad visual y, en una segunda etapa, impartiendo formación para la prevención en contra de la violencia de género en numerosas escuelas madrileñas. Actualmente mantiene esta actividad en Águilas, su lugar de residencia, compaginándolo con su colaboración activa en una asociación feminista.

Las múltiples dudas e incertidumbres que le han surgido acerca de diversas áreas educativas durante su actuación en centros la han llevado a plasmar sus reflexiones más íntimas en "La hija del Marqués de Carabás", una novela de carácter semiautobiográfico donde plasma numerosas certezas y múltiples preguntas que el lector se hará a lo largo de la lectura y cuyo resultado nos lleva a conocer realmente quiénes somos gracias al modo en que hemos sido educados.

Alicia posee una pluma ágil, delicada, sencilla y poética. Destaca en su escrito por poseer calidad narrativa y ausencia de diálogos.

La narración atípica tiene como objeto el relato introspectivo de una mujer que realiza un recorrido por su infancia, adolescencia y madurez compaginando anécdotas divertidas y momentos dramáticos en un maravilloso transitar entre el pasado y el presente.  

La protagonista, quien se llama a sí misma "la hija del Marqués de Carabás", va presentando a una serie de personajes miembros de su familia, de los que tampoco conocemos sus nombres, que se vuelven inolvidables, especialmente la figura del marqués.

Cada uno de estos personajes tienen su personalidad y carácter muy definido y consiguen complementarse a la perfección formando una familia diversa y bien avenida que nos dará una serie de lecciones gracias a su forma de pensar y actuaciones.

El título que el padre adopta para sí mismo "Marqués de Carabás" tiene una clara referencia al cuento clásico de "El gato con botas", cuento que cumple con un papel fundamental en la obra y que se menciona varias veces, tanto de forma específica como metafórica. Así mismo, su protagonista, el gato, será una figura que acompañe a la protagonista en todo momento como resultado de una alegoría de la conciencia. Una muestra sin duda del gran imaginativo infantil que acompaña a la joven desde que tiene uso de razón.

Además de esta obra, a lo largo del relato se realizan numerosas referencias literarias de entre las que destacan frases míticas de Ana Shirley ("Ana la de Tejas Verdes") o reflexiones impactantes sobre el libro "Corazón", de Edmondo de Amicis.

El relato trata diferentes temas vitales como son la relevancia de las figuras de los padres como ejemplo educativo, la crianza en la igualdad, la búsqueda de uno mismo, el proceso de crecimiento y la conformación de la personalidad debido al ambiente, principalmente.

Del mismo modo se tocan valores como la humildad, la generosidad, la amistad, la comprensión, la familia, la bondad, el amor, la conformidad y el agradecimiento, entre otros.

El tono autobiográfico con el que está escrito facilita a los lectores más jóvenes sentirse fácilmente identificados con la protagonista y empatizar ante una serie de situaciones, ya que Alicia consigue plantear a una joven sencilla y de lo más común con inquietudes y sentimientos similares a cualquier adolescente.

Es por ello que "La hija del Marqués de Carabás" se puede considerar un perfecto relato para leer en la preadolescencia y adolescencia debido a sus recurrentes temas sociales y humanos que resultan tan comunes como interesantes y, quizás, esclarecedores, para todos esos jóvenes que se sienten desorientados y pueden encontrar en la lectura un buen comienzo para dirigir el camino de sus vidas. 

Marisa Costa