Dos lobos blancos

Opinión:

Antonio Ventura Fernández, maestro, editor y escritor español, fundó la revista Babar de literatura infantil y juvenil. Durante varios años ha sido editor de Anaya, y recientemente ha publicado, con éxito de crítica, álbumes para niños y novelas para jóvenes y adultos.

Con un lenguaje poético, metafórico y delicado, Antonio presenta una bella fábula en donde la naturaleza tiene un fuerte protagonismo.

"Dos lobos blancos" se estructura de forma tradicional con una breve presentación, un largo nudo y un bonito desenlace. En él encontramos una historia sencilla en donde el autor pone de manifiesto varios mensajes de entre los que se destacan; la supervivencia y la importancia del clan como medio de unión y protección.

Se trata de un relato tranquilo y pausado, lleno de simbolismos que el lector más adulto podrá descifrar, mientras que al más pequeño se le permite disfrutar de la historia.

El lenguaje poético, descriptivo y de frases breves crea un dinamismo que, en consonancia a la ilustración, consigue que la historia cobre vida guardando en su interior la esencia del mundo más salvaje y solitario de los lobos blancos.

A través de la historia nos muestra el instinto animal, así como su hábitat en tiempo invernal, al mismo tiempo que transmite una serie de valores como la amistad, la ayuda, la solidaridad o la unidad.

Las ilustraciones, a cargo de Teresa Novoa, son bellísimas y mágicas. La diseñadora consigue transmitir, casi de forma experiencia,l las sensaciones que provoca una ambientación gélida, árida, inclemente y vacía. El lector casi es capaz de sentir, de primera mano, el tormento que ocasiona encontrarse en medio de un paraje inhóspito y desarraigado.  

Sin duda alguna, Teresa encierra a la perfección con elegancia sencillez y dulzura la esencia de la historia. Sus trazos limpios y sin decoraciones consiguen crear un impacto visual que hará las delicias del lector.

Personalmente, considero que, a pesar de su inocencia, "Dos lobos blancos" es un álbum que, de forma casi imperceptible y práctico, nos acerca al mundo natural y salvaje, a los animales que allí viven y cómo deben luchar a diario por sobrevivir.

Es un excelente recurso para presentar a los más pequeños la estación del invierno, los animales salvajes o diferentes valores, así como acercarles a la palabra escrita y al disfrute de escuchar o interpretar historias.  

Para mí es un fiel ejemplo de que la simplicidad se puede convertir en belleza. 

Marisa Costa