Crónicas de Némeldren. El día del dragón

Opinión:

El sello Drakul tiene a la colección Drakulín para acercar el cómic a los pequeños, porque lectores de cómics hay de todas las edades, pero algunos géneros y tratamientos son más aptos para los jovencitos y otros, para adultos. En este caso yo diría que a partir de nueve años, incluso ocho, ya pueden disfrutar y bien de una historia de amistad y enfrentamiento, englobada en el género fantástico.

En el ambiente humano todo es más o menos como lo conocemos, incluyendo a un cura que como no tiene prácticamente parroquianos decide hacer mucho ruido (y vaya si lo hace, su mala actuación no favorecerá precisamente la tolerancia). En el ambiente élfico también tendremos buenos y malos, tolerantes e intolerantes, pero el autor ha parecido querer hacerlos un poco más buenos (digamos que el más intolerante en realidad sólo es un elfo decepcionado, despechado quizá, e incluso entre ellos hay muchos fans de los productos humanos). Y después están los otros dos en discordia, dos personajes metamórficos a la vista de los demás que buscan, única y exclusivamente, el enfrentamiento, una batalla, una guerra como las de antes.

El detonante es lo suficientemente importante como para que unos y otros salgan a la calle y las armas más modernas se enfrenten a los caballos y a las lanzas de guerreros elfos. Pero como se basará en un engaño y las mentiras tienen las patitas cortas… el final será feliz. Lo que me pregunto y tengo verdadera curiosidad es qué tendrá en mente contar Francisco Maldonado en próximas publicaciones, porque este tomo es conclusivo, y sin embargo son unas crónicas que en algún momento comenzarán a crecer. Este es, pues, el primer título de las "Crónicas de Némeldren" donde los dragones, tiempo ha desaparecidos, vuelven a escena.

En cuanto al dibujo, el autor ha tenido en general gran tino, aunque lo de dibujar niños no parece su fuerte. No obstante todo lo demás está muy bien perfilado e incluso un poco caricaturizado para llegar con más simpatía a los jóvenes lectores. Y José Luis Expósito también ha hecho un gran trabajo con el color.

El cómic está encuadernado en tapa blanda (rústica con solapas), en páginas satinadas -que siempre dan mucha más luz a la imagen- y en color. 

Anika Lillo