Bronti: Un dinosaurio como mascota

Opinión:

Los niños y niñas pasarán una muy buen lectura con las aventuras de este travieso e inquieto dinosaurio que vive en un mundo diferente al que estaba acostumbrado. Su autor, Thomas Brezina, lleva décadas haciendo reír y disfrutar a lectores de todo el mundo. Su producción literaria supera los 400 libros, muchos de los cuales se han traducido a 40 lenguas diferentes. Él ha elaborado multitud de colecciones, entre las que destacan "Equipo tigre" y "Todos mis monstruos", un clásico de los años noventa. 

SM inicia una nueva colección, titulada "Bronti", que reúne a dinosaurios amigables y traviesos que se despiertan en la Edad Contemporánea después de que un estado de congelación los hubiese mantenido vivos en una cueva. La obra reseñada aquí constituye la primera entrega, que se centra en Bronti, un dinosaurio que no puede estarse quieto y que necesita jugar constantemente. Su energía y su nerviosismo provocarán los nervios del tío Niki, quien deberá aunar paciencia y astucia para que nadie descubra que guarda un dinosaurio. 

Las aventuras son graciosas e ingeniosas. Los lectores se mantendrán en tensión por si el dinosaurio acaba siendo feliz con la familia o si, en cambio, algo malo termina ocurriendo. Pablo Tambuscio, su ilustrador, realiza un excelente trabajo. Sus ilustraciones están muy bien diseñadas, con colores límpidos y alegres. De hecho, a pesar de los constantes contratiempos, todo el libro en sí despierta un optimismo que lo convierte en un objeto de deseo y agrado. No hay más que observar la portada del libro: un dinosaurio inofensivo y risueño siendo perseguido por dos niños que quieren pillarlo en forma de juego. Incluso en esos momentos teóricamente melancólicos se desprende esperanza y alegría. 

Thomas Brezina, de nuevo, produce una obra muy acorde a su estilo y a su bibliografía, sin defraudar en absoluto. Se recomienda para niños y niñas de 7-8 años.

Cristià Serrano