Aventuras en el Museo del Prado

Opinión:

Concha López Narváez, escritora de literatura infantil y juvenil, y Rafael Salmerón López, escritor e ilustrador, se reúnen una vez más para rendir homenaje al Museo del Prado en su bicentenario.

Contado a un modo infantil "Aventuras en el Museo del Prado" nos relata una salida didáctica de una clase en una jornada cualquiera a través de los ojos de Nico, un niño que desde el primer momento, y en breves líneas, se presenta con naturalidad creando así la empatía y la identificación en el lector más joven.

El formato del libro es muy visual, la letra es grande, el vocabulario informal y sencillo y las ilustraciones grandes y llamativas.

Cada cuadro expuesto, de entre los que destacan "Las Meninas", "La sagrada familia del pajarito", "El niño de Vallecas" o "Muchachos trepando un árbol", es presentado a modo de capítulo, introducido por el título y su representación original.

A lo largo del cuento, los niños que pasean por el Museo guiados por su maestra, irán conociendo una serie de cuadros que los autores analizarán de forma detallada, dando nociones básicas y ligeras sobre el vestuario, el ambiente, los colores o los personajes.

Cada cuadro será conocido más profundamente a través de los ojos de Nico, a quién su imaginación le hará volar introduciéndolo dentro del mismo conociendo de primera mano a los personajes, interactuando con ellos e inventando la situación que se desarrolla y que el pintor reflejó en un momento concreto de la misma. En cada una de sus aventuras Nico intentará transmitir una enseñanza al lector como la importancia de la amistad, la solidaridad o el amor por la naturaleza, entre otras.

Los capítulos del cuento se puede leer de forma independiente, como una serie de anécdotas o historias divertidas que le suceden al protagonista dentro del museo.

Los pintores de cuyas obras aparecen son; Velázquez, Murillo, Coello, Sorolla, Esquivel y Goya.

Cabe destacar que solo se hallan pinturas relacionadas con niños, algo que sin duda acerca más a su realidad al público al que va dirigido el libro y les invita a ser conscientes de cómo vivían y qué hacían los niños de su edad en épocas anteriores.

Con este libro se pretende enseñar a leer obras de arte de forma significativa, a descubrir qué emociones trasmiten los personajes, el estilo del autor, lo que expresa o representa, entre otras.

Considero que es un libro imperdible para toda biblioteca infantil y para las aulas de Educación Infantil y Educación Primaria, ya que por medio del mismo se acerca a los niños al arte de nuestro país, les aporta un bagaje cultural, les enseña a leer imágenes trabajando las emociones además de ayudarles a comprender la historia desde otra perspectiva.  

Marisa Costa