equipaje de mano

Opinión:

Lo primero que llama la atención de "Equipaje de Mano" es su diseño: aparenta ser un auténtico cuaderno de viajes, de páginas blancas y gruesas, ideales para escribir y dibujar sobre ellas tal como hace durante cada uno de los viajes citados en el libro. Así, el dibujo y coloreado de las ilustraciones parece hecho a mano con lápices de colores, al igual que el texto, reforzando de ese modo el carácter puramente artesanal del proyecto; el deseo por parte Bellver de plantear su libro como una suerte de cuaderno de campo, en el cual tanto textos como dibujos dan la impresión de haber sido realizados de inmediato, horas después – o incluso en el mismo momento - de visitar cada uno de los lugares citados en el libro o de protagonizar cada una de las anécdotas que aparecen reseñadas en el mismo. De igual modo, algunas palabras están tachadas y o bien han sido sustituidas por otras que después parecieron mucho más adecuadas o simplemente han desaparecido del texto porque sobraban. También al margen de las ilustraciones o en medio de frases ya escritas aparece texto añadido poco después. Quiere dar una impresión de inmediatez, de improvisación aunque, desde mi punto de vista, los dibujos están demasiado bien hechos como para haber sido hechos a toda prisa.



Pero "Equipaje de mano" no es sólo un bonito libro ilustrado más o menos aparente sino que también y sobre todo es muy divertido. Bellver nos presenta una visión de los viajes alejada de cualquier tópico al uso. Porque es verdad que cuando uno viaja no tiene porqué sentirse siempre fascinado por todo lo que ve, ni todas las situaciones o anécdotas vividas tiene porqué ser emocionantes, estimulantes o dignas de ser recordadas sino que también experimenta momentos aburridos, compra objetos o souvenirs que al día siguiente resulta que son horribles, se ve obligado a comer menús repugnantes que encima te valen un ojo de la cara, o vive situaciones absurdas, surrealistas o simplemente estúpidas que sólo pueden solventarse jugando una partida de cartas o bebiendo con los amigos en algún bar de la zona, mientras tu mujer pasa el tiempo de tienda en tienda.

Joseph B Macgregor