Ensayos. Edición de Javier Alcoriza

Opinión:

Los "Ensayos" de Ralph Waldo Emerson (1803-1882) resultan sorprendentes; en primer lugar por el estilo con el que están escritos, el autor norteamericano utiliza un lenguaje bello y cuidado que no es habitual en los escritos de tipo filosófico. Emerson, conocido como el sabio de Concord, fue escritor, filósofo y poeta todo lo cual queda patente en sus ensayos. Cada uno comienza con una poesía y el lenguaje empleado es más propio de una novela que de un ensayo lo que hace que su lectura sea fácil y agradable.

El autor fue un solicitado conferenciante y muchos de sus ensayos derivan de sus conferencias, lo que resulta evidente y hace que durante la lectura tengas la sensación de estar escuchando a un orador hablando ante su público.

Los ensayos abordan temas generales y heterogéneos. La primera serie se compone de los siguientes doce ensayos: Historia, Confianza en sí mismo, Compensación, Leyes espirituales, Amor, Amistad, Prudencia, Heroísmo, La superalma, Círculos, Intelecto y Arte. La segunda serie la conforman ocho ensayos: El poeta, Experiencia, Carácter, Modales, Dones, Naturaleza, Política y Nominalistas y realistas.

Emerson se considera a sí mismo un experimentador, un buscador incansable. En consecuencia sostiene que todo puede ser explicado por la experiencia individual. Según el autor, la cultura, la historia, las instituciones políticas, el estado del mundo, todas las manifestaciones del espíritu humano dependen del grado de desarrollo, de evolución del hombre. Considera que cualquier escrito es representación de la voz del sabio que se dirige a los hombres y cada uno encuentra expresado en ellos el máximo potencial al que puede aspirar, lo que puede llegar a ser.

Desde la óptica actual resulta un poco ingenua su concepción del hombre, cercana al mito del buen salvaje, que aprende los principios fundamentales de su contacto con la naturaleza; pero lo que resulta innegable es que sus escritos promueven el autodescubrimiento, el desarrollo del pensamiento individual, la autosuficiencia, la individualidad,....

De su obra se desprende un inmenso amor a la naturaleza que lo muestran casi como un antecedente de los actuales movimientos ecologistas.

Otro aspecto a señalar es la fuerte espiritualidad que destilan sus ensayos, se puede decir que ve lo divino en todo, hasta el punto de que se le podría calificar como panteísta.

En su ensayo titulado Política cuestiona las instituciones y la leyes de su país lo que resulta irónico ya que Estados Unidos logró que se reconociera su independencia en el tratado de París de 1783 y su constitución, que establece un régimen republicano y democrático basado en los principios de igualdad y libertad defendidos por la Ilustración francesa, data de 1787. Antes de que transcurran cien años, el escritor estadounidense se plantea que se trata de un tipo de gobierno fundado en la fuerza, que favorece excesivamente a los ricos en detrimento de los pobres, que las instituciones y las leyes son obra de los hombres y, por lo tanto, no se trata de algo inamovible; por el contrario, defiende que deben ser cuestionadas, cambiadas y mejoradas siempre buscando favorecer a la mayoría, que el Estado debe estar en una continua evolución, respondiendo siempre a las necesidades de los ciudadanos.

Emerson resulta, en ocasiones, lo suficientemente ambiguo e ingenuo como para que cada lector saque sus propias conclusiones de los temas que plantea en sus "Ensayos" lo que, desde mi punto de vista, supone un aliciente más para adentrarse en el pensamiento de un filósofo que nos invita a reinterpretar la realidad y nuestra trayectoria vital al margen de los cánones establecidos. 

Jaci Alía Arreche