El valor de una promesa

Opinión:

"El valor de una promesa" es una de esas novelas que vas leyendo con el corazón en un puño debido, principalmente, a la maldad de uno de sus personajes. En este caso es Margaret, ella es la típica malvada sin corazón que odia a todo el mundo porque siente celos de todos. Es un personaje al que no puedes evitar coger manía desde el principio ya que no hay ni un ápice de bondad o compasión en ella. Todo lo contrario que su gemelo, Peter, que es un chico de lo más encantador y que se ve a la legua que es de buen corazón.

Esta novela ha sido escrita por una autora nueva para mí, Carmen Bedmar. La novela, en general, me ha gustado aunque reconozco que no ha sido como esperaba. Por su título y un poco también por lo que cuenta en la contraportada, esperaba una historia diferente y me he encontrado con una que tiene una trama ya conocida: jaleos familiares con un trasfondo histórico y político que, en este caso, se traslada a la Sudáfrica del aparheid. Pero aunque la trama no es original, he de reconocer que Carmen Bedmar sabe cómo captar la atención del lector. Sólo por ver qué maldad nueva ronda por la cabeza de Margaret vale la pena leerla pero, sobre todo, se ha de hacer por el trasfondo que encierra. Esa presencia de Sudáfrica y los problemas raciales que tuvo durante una buena parte del siglo XX me han parecido lo más interesante de todo. La autora lo trata muy bien, sin dramatismos exagerados. No busca hurgar en la herida sino presentar un hecho tal como fue.

Ya he hablado de uno de los personajes; el otro que llama la atención del lector es el de Bethania, una mulata que vive en los terrenos de la familia y que tiene más relación con Peter y Margaret de lo que ellos creían. El secreto que la rodea lo desvela Peter Brown casi al principio de la novela y es algo que no sorprende. No sólo pasaba en Sudáfrica, también en muchos estados de Estados Unidos.

Todos estos personajes están bien desarrollados. La novela se lee rápidamente pero yo recomiendo hacerlo despacio ya que tiene saltos en el tiempo. Va pasando de la infancia de los protagonistas a su madurez indistintamente. En algunos momentos llega a desconcertar un poco, por ejemplo cuando de repente ves que te habla de la Margaret ya madura y casada y, en el capítulo siguiente, vuelve a su niñez pero sin avisar. Esto ha sido lo que me ha parecido negativo de la novela, más que nada porque puede confundir al lector y hacer que se pierda un poco al tiempo que estás tan enfrascado con una determinada trama que el corte tan brutal hace que te quedes con cara de no saber ahora por qué ocurre eso.

"El valor de una promesa" es una buena lectura para este verano, es la oportunidad de conocer a una nueva autora y de adentrarte en un estilo narrativo fresco y crítico.

Ysabel M.