Anika entre libros

el último exorcista. mi batalla contra satanás

Ficha realizada por: Patricia Rubiera
el último exorcista. mi batalla contra satanás

Título: el último exorcista. mi batalla contra satanás
Título Original: (l´ultimo exorcista. la mia battaglia contra satana, 2012)
Autores: Gabriel Amorth, Paolo Rodari
Editorial: San Pablo


Copyright: © Amorth, Rodari 2012
© San Pablo, 2012
Traducción de Luis Alberto González
1ª Edición, Junio 2012 ISBN: 9788428539906
Etiquetas: autobiografía autobiográfica autobiográfico autores biografía demonio diablo endemoniados escritores exorcismo italianos literatura italiana posesiones psicología religión testimonio testimonios

Argumento:

Con más de 160.000 exorcismos a sus espaldas, el padre Amorth, nos cuenta su inagotable lucha contra el maligno. En estas páginas veremos que el demonio está presente en muchos actos insignificantes, que se ha colado en las mismísimas estancias del Vaticano, y que muchos adolescentes han cometido terribles asesinatos bajo el influjo de Satán. El diablo nos acecha y nosotros no creemos en él, es este el motivo que lleva a Amorth a escribir sus experiencias.

Opinión:


Vaya por delante, no creo en el Demonio, Satán, Satanás, Belcebú y/o Legión. Para alguien que cuenta como película favorita “El exorcista” y se ha releído varias veces el libro de William P. Blatty en el que se basó, puedo parecer una incongruencia. Nada más lejos de la realidad, precisamente la obra de Blatty es toda una lección de psicología, sugestión y, en última instancia, de eso que solemos decir: agarrarse a un clavo ardiendo. No creo en el Maligno, sí que entiendo y comparto que la vida es una lucha de contrarios, por lo que si hay un bien necesariamente tiene que existir un mal, ya que el uno sólo tiene sentido en relación y oposición con el otro. Pero de ahí a pensar que existe un ente sobrenatural que se pasa la vida entrando y saliendo de cuerpos ajenos hay un trecho. Supongo que el padre Amorth ha escrito este libro para personas como yo.

El último exorcista” es la particular llamada de atención de este exorcista que se ha pasado la vida expulsando a este ser del cuerpo de los humanos. Sin lugar a dudas es encomiable el esfuerzo realizado por este sacerdote que practicaba una media de 15 exorcismos al día, lo malo es que alguien como yo piensa que de existir Satanás, debe ser muy corto: lo intentas, te echan, lo vuelves a intentar, te dan una patada, y así desde los albores de la humanidad, eso es persistencia y lo demás cuentos.

Por las páginas de esta suerte de biografía desfilan gente que ha vendido su alma al diablo para conseguir lo que quiere (apetecible es, pero factible poco, de serlo no habría pobres, ni contrahechos, ciegos, se vende el alma y lo que venga después ya lo solucionaremos), personas que han matado a otras porque escuchaban a Marilyn Manson y su Rock Satánico (siempre me he preguntado cuántos de estos asesinos han visto películas Disney en su infancia. Sería interesante hacer la estadística y descubrir que todos ellos han visto “Bambi”, al final matan por el trauma que les ha causado la muerte de la madre del cervatillo y el pobre Marilyn Manson se va a la cola del paro), médicos que se transforman en bestias pardas tras su jubilación (en España eso no pasa, la petanca ha curado muchas posesiones), mujeres desesperadas que hacen amarres y se comen lo que les dice cualquier curandero (la OMS siempre recomienda lavar los alimentos, ergo la OMS no está dirigida por Belcebú)…y podría seguir pero hay tantos poseídos en el mundo que no acabaría nunca.

Eso sí, es curioso que dedique capítulos enteros al Rock Satánico, a Sai Baba, ese peligroso santón de la India ya fallecido, que decía ser Jesucristo (conste en acta, es malo por eso, no por los abusos sexuales cometidos), a religiosas tan fervorosas que las posee el diablo (vamos, que vas listo si lo haces, y si lo haces vas listo), pero sólo, sólo cinco líneas a los sacerdotes que abusan de niños (es que el demonio les posee, pobrecillos… sí, así como leéis).

El padre Amorth lucha tan fuertemente contra el que enciende candela allí abajo que vas y le dices: estoy poseída, y te exorciza. Por supuesto, sabe que hay enfermedades mentales, pero la única manera de estar seguro de que no estás poseído, es haciendo un exorcismo (sic). Bien, supongo que la sugestión, el mal que le puede hacer a una persona enferma esta práctica, no admite reclamaciones (esto es la Iglesia, no el Corte Inglés, así que nada de: si no queda satisfecho con el exorcismo, le devolvemos su salud mental). Lo que me lleva a algo más importante. En el mundo en el que vivimos, cuando leemos cientos de noticias de gente que ha muerto destripada literalmente, o sufriendo horribles torturas sólo porque a alguien se le metió en la cabeza que estaba poseído, sólo le faltaba hacerse con este libro en el que se detallan varias oraciones, rituales y fórmulas usadas para exorcizar (aviso: si hacemos caso a lo que dice el sacerdote, este libro lo carga el diablo, porque da unas ideas…), me parece irresponsable cuanto menos.

Este incansable azote del maligno se queja de que en las altas esferas de la Iglesia se toma al diablo por una superstición y cada vez miran con lupa de mayor aumento a quién exorcizar (también puede ser que el autor ya haya exorcizado al 99% de los demonios y la Iglesia decidiera cortar el grifo: exorcismos gratis, no), algo que, en su opinión, es lamentable ya que gracias a Internet el Demonio es más accesible que nunca (¿de verdad os pensabais que iba a quedar libre, pillines?).

Así que visto lo visto estoy por darme de baja de la Seguridad Social y hacerme socia de Exorcistas sin Fronteras.

Pues sí, puede que el padre Amorth haya escrito el libro para gente como yo, que no cree en el diablo, le gusta Marilyn Manson, navega por internet, tiene cambios de humor, se ha leído la saga de “Harry Potter” de J. K. Rowling, a veces juraría que las cosas se cambian solas de sitio, oye voces inexplicables (como me da miedito siempre le echo la culpa a la tele del vecino, la pone alta porque es sordo… así me engaño), y lee libros de terror. Y es que amigos, esta reseña no la he escrito yo, el maligno me obligó a hacerlo por no haber hecho caso de las advertencias de “El último exorcista”.

Patricia Rubiera

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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