El teatro secreto

Opinión:

A Víctor Conde le sale la imaginación por cada poro de su piel, y da la impresión de que ha hecho un cóctel y la ha vertido toda en "El teatro secreto". No hay casi nada que no aparezca aquí: una vampira, un tullido monstruoso que se maneja con su melena, un Lobo feroz, una joven "muy feérica", un par de héroes (cada uno de un lado del Umbral, cada uno de su padre y de su madre), instrumentos inclasificables que nos muestran una tortura que se repite eternamente u otro que cubre toda Inglaterra, espejismos, hechizos, puertas a otro mundo, viajes en el tiempo, saltos de dimensión, duelistas, psicópatas, seres extrañísimos, hombres que no son tales cuando forman parte activa de la historia (uno es un libro, otro es un paisaje, etc…), ancianas místicas, videncia, aventuras, acción…

Acción, esta es una de esas palabras que mejor definen toda la novela, porque de verdad es acción continua. Sin embargo no es un libro fácil de entender, ni siquiera de retener, porque -y ahí quizá esté el hándicap- existen demasiados personajes, demasiados nombres, y ese exceso junto al hecho de que el autor pase muy de puntillas por los personajes, se convierte en un problema para el lector no atento. Requiere concentración, admite notas para escribir los nombres y no olvidar de quién hablamos y qué o quién es (o qué hace) o eso que no le gusta hacer a mucha gente: doblar las páginas; e invita a leerlo rápido porque, de lo contrario, te puedes perder. No es un libro para compartirlo con otros, necesita su espacio y tu mente sólo para él.
Pero del mismo modo en que esto podría ser la parte negativa para según quién, también existen otras muchas positivas. Yo, desde luego, no soy lectora habitual de libros de fantasía y ciencia ficción tan tan complejos, así que de un libro de este tipo espero que me lo ponga un poco más fácil, no obstante son esos otros detalles que me gustan, los que me hacen arrancar una sonrisa y pensar que el autor lo ha dado todo de sí (espero que con el tiempo siga haciéndolo pero dándole más importancia a los personajes, a su psiquis, a sus perfiles, que los haga más cercanos) y ha sabido captar tu atención en ciertos pasajes.

A resaltar, la máquina que produce un movimiento repetitivo y eterno donde hay encerrado cierto personaje; también los saltos de una dimensión o mundo a otro cuando llegamos al final -pues están mucho mejor definidos que cuando empezamos el libro porque son más visuales-; el Libro de Nod (hombre y libro), la casa que sirve de balsa para viajar a través de una tormenta, los personajes en general y, en particular, los guiños a los propios personajes de cuento (Caperucita, el Lobo, los tres "cerditos"…)

Constantemente se hacen referencias a los teatros, a los escenarios, y no dejas de pensar qué hay de teatro en todo ello, cuál es el teatro secreto, qué relación existe entre trama y título para que te deje satisfecho como lector… Admito que ahí no cumplió mis expectativas pues imaginaba algo bastante distinto. Pero no se puede negar que el título es muy sugerente.

Lo dicho, un libro de pura acción, coral, que baila entre la fantasía y la realidad, que no admite que compartas tu tiempo con otros, que tiene incluidas joyitas fantásticas pero que puede no gustar a mucha gente si no es amante de este tipo de literatura.

Anika Lillo