el sonido de los beatles

Opinión:

Hace unos años se hizo una encuesta para saber qué banda era considerada la más popular de la música de todos los tiempos, los ganadores por un amplio margen fueron ellos, Los Beatles, el cuarteto con una breve vida conjunta en activo, pero eternos en los corazones y los oídos de millones de personas. Se dice que a cada minuto del día una canción del grupo suena en alguna parte del mundo, de ser esto cierto Geoff Emerick debe sentirse tremendamente orgulloso ya que él fue el creador del novedoso sonido que los caracteriza.
 
Empezando con un doble prólogo, uno de Elvis Costello y otro del propio Emerick nos queda estupendamente reflejada la personalidad del ingeniero de sonido que tuvo que lidiar con cuatro egos absolutamente diferentes; un chico afable, ingenioso y humilde que de la noche a la mañana se ve en el brete de crear el sonido de la banda número uno a nivel mundial. Es curioso, no tenía miedo al fracaso, le aterrorizaba la reacción que los Cuatro de Liverpool pudieran tener hacia él y no era para menos: las manías de Lennon, la rigurosidad de Paul, la timidez de Ringo y el cinismo de Harrison, hacían de Los Beatles un cocktail explosivo que había que saber agitar con sumo cuidado.

El libro hace un recorrido desde la Edad de Piedra musical, hasta los avances tecnológicos que se usaron para grabar “Anthologies”, pasando por las grabaciones que Paul hizo con Emerick junto a los Wings tras la disolución del cuarteto, aquí nos damos cuenta de cómo ha cambiado la industria musical tanto en el fondo como en la forma. Con pocos medios y una imaginación desbordante, Emerick hace que el sonido de Los Beatles fuera el que iniciara la senda a miles de bandas posteriores y aun en la actualidad muchos de esos trucos se siguen empleando.

¿Cómo conseguir que la voz de Lennon reverberara como si estuviera en la cima de una montaña, o grabar sin estridencias el sonido de un sitar, se podía lograr amortiguar el sonido de la batería, era posible crear un bucle para enlazar el final de la canción con su inicio? Todo ello tiene contestación en “El Sonido de Los Beatles”, desde colocar un jersey en el bombo de la batería, hasta ralentizar la grabación del bajo para que sonara tal y como ellos querían. Todo un despliegue de artimañas que tiene como culminación la grabación del mejor álbum de la banda: Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band; el día que decidieron no hacer más giras en vivo, nos trajeron el concierto a casa.
 
Aunque obviamente la historia está llena de una cantidad notable de tecnicismos relacionados con la música, no son pesados ni difíciles de entender, ya que están explicados para profanos en la materia y, además, están salpicados con miles de anécdotas sobre los Fab Four que, para qué nos vamos a engañar, son los que atrapan la atención del fan siempre ansioso de conocer más y mejor a una banda que sigue tan vigente como el primer día. La narración no está exenta de nostalgia, no tanto por la desaparición del grupo ya que Los Beatles son eternos, inmortales mientras sus discos sigan haciéndonos compañía, si no por la finalización de una época mucho más prometedora, comprometida con la música y los músicos que realmente creían que un par de canciones podían contribuir a hacer un mundo mejor. Aquí aprovecha Geoff para hacer una crítica brutal a la industria musical actual, aseverando que si Los Beatles se hubieran formado hoy en día, no llegarían ni a rozar el Olimpo que en realidad presiden. El encorsetamiento de los estudios, la rigidez de las normas, la nula libertad creativa dejada al artista, hace que se creen cientos de juguetes rotos cada año, obligados a grabar una canción de éxito tras otra conscientes de que ya no hay segundas oportunidades para los conjuntos musicales. Los Beatles eran la antítesis de la vorágine actual, unos grandes profesionales que se convirtieron en los niños mimados del panorama musical gracias a su esfuerzo, originalidad, tesón, absoluta libertad y talento, más del que grupos más longevos que ellos en el tiempo llegarán a imaginar; para que surgiera otro fenómeno como el que estos cuatro chicos de Liverpool originaron la industria tendría que volver a atrás. Es por eso que dentro de otros 40 años la gente seguirá escuchando “Hey Jude” o riéndose con “Yellow Submarine”, pero seguro que nadie recordará a Justin Bieber: todo lo que creaban Los Beatles y quienes les rodeaban era auténtico, genuino, con ganas de impactar, las ventas eran lo de menos.
 
“El Sonido de Los Beatles” habla de que no hay casualidad sin talento, que el que se arriesga suele llevar las de ganar, que en ciertos aspectos cualquier tiempo pasado sí fue mejor, pero por encima de todas estas cosas habla de ganas de comerse la vida a bocados, de mostrar lo que tienes dentro sin dejarte llevar por modas, managers o productores de discos en serie. Puede que ya no haya más The Beatles, pero siempre quedará el recuerdo de que cuatro jóvenes descarados, junto con un chaval que amaba la música, hicieron lo que quisieron y cambiaron la historia de la música para siempre.
 
Patricia Rubiera