El silencio

Opinión:

Este es un libro desconcertante. "El silencio" se sitúa en el año 2022 cuando hay un apagón mundial y las conexiones digitales dejan de funcionar. ¿Qué pasa entonces con una humanidad que depende de sus móviles, internet...? Curiosamente esta novela se terminó al poco de quedar todos encerrados por el Covid, nos recuerda lo que fue estar en casa mientras las calles estaban vacías.

Don DeLillo, para contarnos su narración, usa un tono de ansiedad porque quiere que entendamos nuestro nivel de dependencia de la tecnología. ¿Cuánto de nosotros es real y cuánto de nosotros es sólo cómo se nos percibe? Esta novela se sitúa en el filo de la evolución inversa de una civilización y explora lo que quedará de nosotros si perdemos nuestra identidad social.

Historia corta, de unas cien páginas con letra grande, se lee de una sentada. Prácticamente se basa en un desastre que afecta a la red eléctrica y es curioso cómo, no afectando directamente a los humanos, estos se sienten perdidos. No sé si habéis leído alguna novela de Don DeLillo, pero sus conceptos suelen ser extraños y fascinantes, envolviéndolo todo en un ambiente surrealista, en esta ocasión también lo hizo.

Tenemos a Max Stenner, su esposa, Diane Lucas, y su ex alumno, Martin Dekker, mirando un partido de la super Bowl mientras esperan en el apartamento la llegada de Jim Kripps y su esposa Tessa Berens, que han salido de un vuelo de París. En el avión ya habían comenzado los problemas, debiendo hacer el piloto un aterrizaje forzoso. Será al bajar cuando se dan cuenta que sus teléfonos no dan ninguna señal, la terminal no funciona  Y ese silencio? Llegarán hasta el piso de sus amigos en Manhattan a oscuras. A partir de ahí comenzarán los personajes una discusión de lo que ha podido suceder, porque a falta de noticias uno se agarra a lo que tiene más cerca. Al no poder conectar con los de fuera tendríamos que hacerlo con los que nos rodean, eso para muchos sería un cambio ¿No lo hacen ahora dejando de lado a los suyos para hablar con desconocidos? Es lo que les ocurrirá a nuestros personajes, que al cortarse la energía apenas saben relacionarse entre ellos.

Cinco protagonistas sosos y aburridos, de los cuales yo destacaría a Max, obsesionado con Albert Einstein, viendo señales del comienzo de la Tercera Guerra Mundial. La verdad es que es todo un poco loco, otro de ellos sacará el tema de la muerte libre.

No ocurren cosas importantes ni misterios aparte del apagón, estaremos pendientes de lo que digan los personajes en lo que es un diálogo estilizado, antinatural, junto a pensamientos aleatorios a veces profundos. Una novela distópica en la cual se va la electricidad comenzando a divagar los cinco de forma incongruente, haciendo cosas que dudo que alguien realizara. Nos anima a reflexionar sobre cómo llevaríamos una desconexión total siendo adictos a la tecnología. La novela investiga el modo en que socializamos a través del lenguaje y lo que pasaría si el mundo tal y como lo conocemos inesperadamente quedará inmerso en un silencio digital.

Es una novela sencilla, escrita con mucha inteligencia, moviéndose en una atmósfera pasiva. Cómo se llegó a ese escenario es algo que no se sabrá, el autor aquí también deja un punto de realidad, de ocurrir tampoco llegaríamos a saber la verdad.  Ese silencio les hace replantearse qué es aquello que nos hace humanos. Don DeLillo dice mucho en muy pocas páginas dentro de una prosa natural, llevando a sus personajes entre la estabilidad y la desesperanza al no ser capaces de funcionar desconectados del mundo.

Este libro está hecho de palabras, como la mayoría de los libros, pero también trata sobre palabras, específicamente sobre cómo nos afectan por lo que decimos. Toca el inquietante tema del fin de la civilización tal y como la conocemos, la moral y nuestro sentido del bien y del mal.

Leer a Don DeLillo siempre es un placer.

Violeta Lila