El reino de la Bella Durmiente. Saga Bella Durmiente 4

Opinión:

La recuperación, treinta años después, de la historia de Bella ha traído aparejados unos cuantos cambios: por una parte los protagonistas también han cumplido años y ahora están en plena madurez; por otra, el sentido de la esclavitud erótica, eje central de la saga, toma un claro sesgo democrático al optar por abrirse a todas las clases sociales y por la voluntariedad plena de los postulantes, a quienes solamente se les pedirá que presenten las cualidades requeridas de presencia y disposición.

Con estas modificaciones, "El reino de la Bella Durmiente" queda dentro de los parámetros normales en la literatura erótica actual, por más extrema que sea: mayoría de edad de los personajes, ausencia de discriminación y participación consensuada. Un giro rotundo sobre los títulos anteriores, sobre todo respecto del primero, "El rapto de la Bella Durmiente", que no cumplía ninguna de las tres condiciones, claro que fue escrita en una época con muchas menos limitaciones legales.

Un detalle de continuidad con el resto de la saga es la indicación de que Anne Rice ha escrito la obra con el seudónimo de A. N. Roquelaure, tanto en la edición estadounidense original como en la española. Todo sea por mantener la ficción, aunque lo cierto es que la diferencia en el tamaño de los caracteres es muy grande y el seudónimo apenas destaca en la portada.

Si bien Bella es el personaje más importante de la novela, su participación llega a ser secundaria en muchas ocasiones. Un rasgo acentuado más todavía por la diferencia en la expresión, que mientras en sus escenas directas es en tercera persona, en las demás la narración es en primera persona por parte del personaje protagonista en esos momentos, que bien puede ser dominante o sumiso, que todos tienen voz aquí para mostrar los diferentes puntos de vista.

El ambiente de la novela es bastante hedonista, incluyendo las diferentes variaciones de azotes o las caracterizaciones equinas (ponyplay), con detalladas descripciones de las sensaciones recibidas por ambas partes, tanto la dominante como la sumisa. Claro que también es muy importante el sexo, con relaciones variadas que exploran las diversas posibilidades, aunque el hecho de que haya mayoría de personajes masculinos induce que abunden las escenas entre ellos.

Para quienes disfrutaron la trilogía original, "El reino de la Bella Durmiente" constituirá un muy agradable reencuentro con sus personajes, que ahora muestran un mayor conocimiento de sí mismos y comprenden mejor sus sensaciones. También encontrarán algunas sorpresas, como serían interesantes fantasías eróticas, que nos ha reservado Anne Rice entre sus páginas.

Y si es el primer contacto con la literatura erótica de la autora, el lector podrá disfrutar de una excelente novela donde la fantasía está al servicio de los placeres sexuales y se muestran, desde ambos aspectos, las vivencias de los participantes en los juegos de dominación y sumisión.

Selin