El mundo perdido

Opinión:

"El mundo perdido" tiene un planteamiento interesante y suficientes aventuras como para haber podido ser una historia de lo más disfrutable, pero un serio problema de ritmo lo estropea todo. El estilo de Arthur Conan Doyle es excesivamente descriptivo y lento hasta la desesperación, no se puede decir que ocurra nada de interés hasta bien pasada la mitad de la historia, ya que ni siquiera se ponen en marcha hasta entrado el segundo tercio. Incluso cuando llegan a su destino y quedan atrapados en él, se da más importancia a describir al detalle los escenarios, los animales extraordinarios y hasta cada planta que a contar lo que les pasa a los personajes.

Dichos personajes también tenían su potencial, a pesar de corresponderse un poco con los estereotipos de las novelas de aventuras de la época, pero igualmente queda desaprovechado al no contarse apenas nada de ellos más allá del empeño del protagonista en demostrar su valía y las pequeñas rencillas de los dos zoólogos. Challenger es un personaje muy curioso y algunos de esos diálogos tienen cierto encanto y son divertidos, pero, siendo sincera, cuando tienes a los personajes en un mundo desconocido lleno de dinosaurios, una espera algo más de sustancia.

Las pocas cosas que les pasan en la segunda mitad, sin embargo, sí que me resultaron amenas: hay desde persecuciones de dinosaurios hasta batallas entre humanos y hombres mono, y tiene algunas escenas memorables y dignas de ser leídas, pero, como ya he dicho, están tan escondidas entre descripciones y texto que no va a ninguna parte que no puedo afirmar que lo haya disfrutado por completo.

En cuanto a las ilustraciones de esta edición, de Sergio Mora, tampoco es que me hayan aportado gran cosa: las de página completa a todo color son bastante simplonas, como de cuento infantil, de modo que los dinosaurios no se ven en todo su esplendor. Las de inicio de capítulo en color verde, no obstante, sí que me han parecido un detalle bonito y más a la altura de la edición.

Déborah F. Muñoz