El juego favorito

Opinión:

Retazos inconexos de una vida, la de Lawrence Breavman, pueblan las páginas de "El juego favorito" de Leonard Cohen.

Como hojas movidas por el viento, un narrador omnisciente nos cuenta la historia del protagonista en un ir y venir del tiempo. mezclando pasado y presente. Así, a través de sucesos, anécdotas y pensamientos conocemos su transformación de niño a adulto.

Como en todos los niños, su desarrollo se ve influenciado por la educación que le dan sus padres y las circunstancias y el entorno que le rodean, las cuales no son sumamente especiales. Sin embargo, él sí lo es: tiene una forma curiosa de ver las cosas, como si mirara todo a través de un microscopio y viera más allá de la superficie, que difiere bastante de la percepción de los demás; una forma de relacionarse que se traduce en "ni contigo ni sin ti" y una fijación por la belleza casi enfermiza.

Amistad, sexo y belleza (en el amplio sentido de la palabra) son los ángulos que forman el triángulo en el que Lawrence enmarca su vida, aunque este esté lejos de ser un triángulo equilátero. La familia y el amor también están presentes en la mente del protagonista, pero en un segundo plano, en una capa más profunda que hay que raspar para sacar a la superficie.

En "El juego favorito" Leonard Cohen ya apuntaba maneras y dejaba entrever su forma de jugar con las palabras, su estilo, que lo convertiría años después en el gran cantante que ha sido.

Sandra C. Jarén