Anika entre libros

El expediente Samael

Ficha realizada por: Anika Lillo
El expediente Samael

Título: El expediente Samael
Título Original: (El expediente Samael, 2019)
Autor: Enrique J. Vila Torres
Editorial: Algaida
Colección: Algaida Novela


Copyright:

© Enrique J. Vila Torres, 2019

© Algaida Editores, 2019

Edición: 1ª Edición: 2019
ISBN: 9788491891314
Tapa: Blanda
Etiquetas: abogados juicios corrupción Roma apocalipsis asesinatos Escocia exorcismo sobrenatural literatura española Madrid novela posesiones infierno demonios pesadillas terror miedo horror Vaticano Valencia Texas pacto con el diablo religiosos papa Francisco viajes astrales poderes psíquicos exorcistas Lituania Moscú juicios mediáticos escándalos cabezas de turco el bien y el mal multimillonarios asesinatos rituales maldad Iker Jiménez sectas satánicas sueños premonitorios padre Amorth Samael
Nº de páginas: 388

Argumento:

Varios asesinatos macabros coinciden con que se deja una especie de firma de autor, y en este caso parece ser de Samael, un demonio, un ángel caído que quiere convertir la Tierra en un infierno. Sin embargo una mujer se declara asesina confesa de esos crímenes. Todo en ella indica que está poseída, pero es ella misma quien contrata a un bufete de abogados para que la defiendan e incluso solicita un exorcismo ante el juez, algo con lo que el papa Francisco, desde el Vaticano, está de acuerdo. La idea es exonerar a la asesina y condenar al demonio.

 

Opinión:

 

Este es uno de esos libros que yo compraría nada más ver la portada, porque soy una fan loca del terror y me parece una elección maravillosa. Luego está el argumento, que te tiene que acabar de encajar en tus gustos, y, finalmente la lectura del libro.

"El expediente Samael" es una historia de lo más rocambolesca, a veces incoherente y otras increíble, que se nutre de un drama terrorífico envuelto en aquello de lo que más sabe el autor: la abogacía. Enrique J. Vila es abogado,lleva años dedicándose en particular a la búsqueda de padres biológicos de niños adoptados/robados, compromiso que tiene porque él vive ese mismo problema en su piel. Como en la vida real se mueve en el mundo de las leyes y los juzgados, el tema lo describe bien, se percibe que sabe de lo que habla, no obstante no se puede comparar el bufete Armagedón (el de los personajes) con cualquier otro existente porque no es precisamente normal… a ellos les llegan casos con tintes sobrenaturales, tanto así que aquí aparece hasta Iker Jiménez como amigo del protagonista.

He tenido la impresión durante toda la lectura de que esta es la novela que le hubiera encantado vivir a Enrique aunque fuera unos añitos, algo más movidito, apasionado y rodeado de un halo de terror, con emociones fuertes, codeándose con gente del misterio y casi diría que altamente sexual. No es casualidad que lo piense: su personaje protagonista se llama Enrique como él, es abogado como él, le gustan los temas sobrenaturales como a él, y hasta es un hijo abandonado/robado como él y, como él, se dedica a buscar a su madre biológica. De hecho al autor le fascina Stephen King. Dicho de otra forma: el autor se ha convertido en el propio personaje de la novela, le ha dado su biografía y su nombre, su oficio, sus gustos… ha convertido un sueño en relato.

Otra impresión que me dio fue que lo escribió más para sí mismo que para los demás, que disfrutó escribiendo como un chiquillo, que lo escribió viviéndolo como una aventura propia, y debo decir que en la narrativa sí se nota que es una primera novela de ficción. Diría que estaba muy emocionado cuando lo escribía y quizás justito de tiempo. Enrique J. Vila tiene varios libros escritos pero siempre sobre el tema de la abogacía y los niños abandonados o robados. Puede que ahí se mueva mejor, que sea un contexto en el que narrar le resulte más natural. En este se nota que faltan tablas. En fin, que se nota que está más acostumbrado a textos de no ficción, especialmente en la construcción de frases donde el uso de ciertos adjetivos recuerdan a autores noveles. Trama para contar una historia no le falta, de hecho se atreve con subtramas y se nota el amor por las historias de terror aunque en ocasiones abusa de ciertos adjetivos que no encajan muy bien, que chocan unos con otros. Son detalles de los que todos debemos tomar nota para aprender si queremos escribir.

Es una historia rápida, pasan muchas cosas, salen muchos personajes y no te da la vida… Yo, que soy de las que doblan las esquinas cuando creo que hay algo que consultar más adelante, me he encontrado con un libro repletísimo de esquinas dobladas. Los asesinatos se producen en varias partes del mundo, salen muchos personajes entre víctimas y extras (y en este caso diría que casi coprotagonistas, los del Vaticano, un judío que vive escondido y un multimillonario que de vez en cuando aparece con su mano derecha, tres acólitos o poseídos por Samael). Y luego está el propio bufete: son -creo recordar- seis los personajes de los que te tienes que acordar que trabajan en Armagedón.

Con sus otros personajes juega a codearse con chicas guapísimas, famosos como Iker Jiménez, e incluso utiliza al papa Francisco y al padre Amorth como personajes.

Al principio vi mucha maldad y mucha mala educación, un porrón de barbaridades, cosificación, en fin, demasiados tíos llamando zorras o zorritas a las mujeres, era como leer una línea de esas que sueltan los personajes de Stephen King pero demasiadas veces. Estaba claro que trataba de mostrar lo peor del ser humano pero, sinceramente, en ocasiones parecía excesivo y eso se te puede atragantar.

Me gustaría destacar -aparte de la portada, que de verdad me encanta como elección, y de hecho aparece un personaje que tiene cierta similitud con esa imagen-, las escenas de terror. Son tres personajes en particular: el hombre de negro, que te puede provocar escalofríos (en el cine esas escenas serían terroríficas), la poseída y asesina confesa, Magdalena, y la que he dicho que tiene cierta semejanza con la portada.

En el terror, ahí sí creo que ha puesto toda la carne en el asador: describe escenas brutales, atroces, desagradables, sorprendentes, que te dejan estupefacto (para mí las mejores suceden con Magdalena, la poseída, cuando está en una urna en el juzgado) y que consiguen el efecto deseado: eso es terror. Como veas eso delante de ti alguna vez quizá acabes en el psiquiatra o pienses que te han metido LSD en la bebida. Brutal.

Sin duda se le nota la pasión por el terror, las buenas intenciones y las ganas de contar una historia.

 

Anika Lillo

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar