El escalón Hillary. Alemania, 1943

Opinión:

La propuesta de "El escalón Hillary. Alemania, 1943" resulta, cuando menos, inquietante, con esa premisa de partida de tener una especie de encuentro, que se vende como totalmente real, con alguno de los personajes históricos más destacados.

La primera idea del protagonista es que podría tratarse de una actuación, cuyos visos de veracidad proviniesen del atrezzo, de los complementos que darían empaque a esa inverosímil entrevista. Cuando sucede un imprevisto, pronto comprenderá que nada es lo que parece, sobre todo al verse atrapado en 1943… sin posibilidades de vuelta.

En esta historia, David Minayo les da un aspecto interesante a los viajes en el tiempo, más allá de su utilización con fines comerciales, que deja un trasfondo de thriller, aunque no esté presente de una manera clara, pues en todo momento existe el peligro latente de una acción, imprevista por su propia naturaleza, que trastoque los planes de los protagonistas o, incluso, amenace sus vidas, ya que siempre están a merced de cualquier sicario que aparezca de pronto, venido a saber de cuándo.

Por otra parte, tal como se plantea la trama, estamos ante una ucronía, con ciertos elementos del pasado que son diferentes a los que conocemos, lo que abre también la posibilidad de realidades alternativas, aunque la línea temporal sea concreta, pues las acciones realizadas en un punto concreto del tiempo, podrían influir en el futuro, modificándolo en cualquier sentido.

Así, tanto los acontecimientos pueden converger en la línea temporal que nos resulta conocida, como separarse, dando pie entonces a que nuestro propio presente sea muy diferente al habitual. O no, porque a medida que ocurren cosas, unas empujan en un sentido, otras en otro y el resultado puede quedar un tanto incierto.

Albert, el periodista que se ve metido, a su pesar, en ese monumental lío, sólo intenta sobrevivir como buenamente puede, sin pararse a pensar mucho en las consecuencias de sus actos, ya que, además de atrapado en esa época, se ve a sí mismo como una pieza insignificante más dentro de un engranaje inmenso, por lo que sus acciones no tendrían que afectar lo que ocurra décadas después.

Un detalle a tener en cuenta es que dentro de la trama hay unos interludios, ya sean complementarios a lo que va sucediendo o rompan con lo ocurrido hasta el momento, que aparecen con posterioridad, por lo que el fundamento de ucronía, presente en toda la novela, se acrecienta, dejando muchas posibilidades en el aire.

Tal como me ha parecido, "El escalón Hillary. Alemania, 1943" es una novela muy entretenida, con un estimulante sentido de aventura, que se fortalece en medio de ese ambiente de thriller, cambiante por las consecuencias de las acciones sobre la línea temporal, que además hace pensar sobre las posibilidades, no siempre para bien, de los viajes en el tiempo.

Selin