El día que sientas el latir de las estrellas

Opinión:

Paola Calasanz, o lo que es lo mismo Dulcinea, ha dado en el clavo en la carta que a modo de prólogo escribe en su última novela: en ella reconoce que, la mayoría de sus lectores, se acercaron a sus novelas atraídos por la ilustración de las portadas hechas por Ana Santos pero hay que reconocer que hay algo más. De nuevo estamos ante una novela cuyo título ya es una maravilla: "El día que sientas el latir de las estrellas" es la tercera y última entrega de la serie "El día que..."

Como ocurre con las anteriores, la historia que narra es independiente, así que si no te los has leído no pasa nada. "El día que sientas el latir de las estrellas" es buena pero, de las tres que forman la serie, es la que me ha gustado un poco menos. Junto al amor el otro gran tema sigue siendo la naturaleza, el respeto a la misma. Dulcinea sitúa la historia en El Congo lo que le permite hacer un alegato en contra de la caza indiscriminada y furtiva de gorilas. Tanto Isla como sus padres tendrán un vínculo especial con estos animales a los que tratan de proteger y defender. Su padre, Steve, a través del orfanato que ha creado para ellos. Su madre sirviendo como médico (a pesar de ser veterinaria) junto a un grupo de rebeldes.

Las escenas con los gorilas están llenas de ternura y simpatía sobre todo cuando describe las reacciones de los bebés gorilas con Isla o su madre. Ya ocurría con las anteriores, Dulcinea tiene un tacto especial cuando describe escenas donde la naturaleza es la protagonista. No se limita a una mera descripción sino que las dota de un cierto lirismo que hace que sean aún más especiales. Esta faceta suya es lo que más me gusta de su estilo narrativo.

Con este título, "El día que sientas el latir de las estrellas" no cabe la menor duda de que estamos ante una novela romántica. El amor es el otro gran tema de la misma. Por un lado, tenemos el amor que sienten los padres de Isla como, a pesar de haber estado separados tantos años, no les cuesta nada retomar la pasión. El amor que sienten es muy profundo, uno y otro están hechos para estar juntos. Por el otro, tenemos la historia que viven Isla y Sirhan. Más que una historia de amor puede decirse que es pasión en estado puro. Esta relación le servirá a Dulcinea para narrar las escenas más eróticas de la novela. Sirhan marca a Isla y de una forma que ella no espera más habiendo acabado hace poco su relación con una chica.

Dulcinea sabe equilibrar los párrafos descriptivos con los diálogos con lo que logra que sus novelas tengan mucho ritmo, que se lean rápido. Es un estilo muy cómodo. Personalmente, me gusta mucho como escribe. No es sólo prosa lo que encontramos, sabe cómo darle un toque lírico y hacer que el lector empatice con los personajes.

Aunque como he dicho al principio, esta tercera entrega me ha gustado un poquito menos que las anteriores no por  eso voy a dejar de recomendarla. Es también muy buena y el mensaje que transmite hay que tenerlo muy en cuenta.

Ysabel M.