El chico que puso hélices al viento
Título: El chico que puso hélices al viento
Título Original: (The Boy who Harnessed the Wind, 2009)
Autores: Bryan Mealer, William Kamhwamba
Editorial:
Martínez Roca
Copyright:
© 2009, William Kamkwamba
© 2014, Ediciones Planeta Madrid, S.A.
Traducción: Margarita Cavándoli MenéndezEdición: 1ª Edición: Febrero 2014
ISBN: 9788427040939
Tapa: Blanda
Etiquetas: aprendizaje superación basada en hechos reales otras culturas contemporánea narrativa inventos literatura africana novela tecnología hambre
Nº de páginas: 382
Argumento:
William nació en una aldea del sureste de África llamada Malaui. Allí vive junto a sus padres y a sus hermanas. Es una familia humilde que vive de cultivar maíz y tabaco. Desde muy pequeño desea estudiar y acudir al instituto. Sin embargo, llegan unos años de hambruna y sus padres no pueden costear sus estudios. La lucha diaria es contra el hambre y, sobre todo, tienen una meta: sobrevivir.
William no pierde la esperanza de volver algún día al colegio y mientras tanto acude a la biblioteca con la intención de ir aprendiendo algo. Allí dará con unos libros que cambiarán su vida y la de su familia. Su plan es conseguir electricidad y agua, con el propósito de no volver a pasar hambre.
Opinión:
"El chico que puso hélices al viento" está escrito por William Kamhwamba y por el periodista Bryan Mealer. En él narran la lucha de William por sobrevivir sin abandonar sus sueños. Las condiciones en las que se encontraba su país les lleva a sufrir años de devastación y de hambre. No obstante, William siempre mantuvo la esperanza de que algún día la situación mejorara y, entonces, poder realizar su sueño. No quería tener la misma vida que sus padres; él quería estudiar para tener un mejor porvenir.
Al no tener dinero para costear el colegio optó por acudir a una pequeña biblioteca para seguir aprendiendo, hasta el día que volviese a las clases. Allí encontró libros sobre tecnología, electricidad e inventos. En uno de ellos vio un molino de viento que producía electricidad. En su casa no tenían ni luz ni agua corriente. Pensó que era la solución y se puso manos a la obra. Se las ingenió para entender los libros y, luego, conseguir las piezas que le hacían falta. Con chatarra, piezas de vehículos del desguace, y con gran ingenio, lo reunió todo. Consiguió construir un molino de viento e instaló bombillas en su casa. Ya no estaban a oscuras, podría leer y acostarse más tarde.
La vida de William Kamhwamba es una lucha continua por sobrevivir. Las circunstancias de su vida eran difíciles. A pesar de estar haciendo una comida al día, de ver cómo morían las personas de hambre y, sobre todo, de no saber lo que les iba a ocurrir, nunca dejó de lado sus sueños. Buscó el modo de mejorar a través de los libros. Sus inventos revolucionaron su aldea, demostró su valía y conmocionó a las autoridades de su país.
Este libro nos recuerda que hay que luchar por nuestros sueños. Hay que intentar conseguir lo que se desea de todo corazón. No hay que perder jamás la ilusión. No importa que te llamen loco o que se rían de ti. Al mismo tiempo, nos acerca a las costumbres, a la lengua y a una forma de ver la vida distinta.
En mi opinión, vale la pena leer el libro porque es la historia de un luchador y un superviviente, porque enseña a pelear por los sueños y porque, al mismo tiempo, nos acerca a su cultura.
Ana Machancoses
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