El caracol en la pendiente
Título: El caracol en la pendiente
Título Original: (The Snail on the Slope, 1968)
Autores: Arkadi Strugatski, Borís Strugatski
Editorial:
Hermida Editores
Colección: La Caja de Pandora
Copyright:
Titulo original: Улитка на склоне (The Snail on the Slope)
© 1966, 1968 by Arkadi & Borís Strugatsky
© de la presente edición: Hermida Editores, 2024
© de la traducción: Alejandro Ariel González
Edición: 1ª Edición: Enero 2024
ISBN: 9788412786811
Tapa: Blanda
Etiquetas: ciencia ficción sci-fi clases sociales crítica social fábula política narrativa literatura rusa novela pérdida de memoria accidentes represión política
Nº de páginas: 268
Argumento:
"El caracol en la pendiente" es reconocida por la crítica como la novela más enigmática de los hermanos Strugatski, quienes la consideraban su novela más lograda y relevante.
Está dividida en dos líneas narrativas: la Administración y el Bosque. El protagonista de la primera, el lingüista Perets, sueña desde la infancia con el Bosque y trabaja en su Administración, aunque no le está permitido entrar en él. También quiere abandonar la Administración, pero tampoco se lo permiten. Ante tal situación, no le queda sino observar abismado desde la altura de un precipicio cómo transcurre esa extraña vida en el lugar de sus sueños.
El protagonista de la segunda línea narrativa, Kandid, fue investigador del Bosque hasta que sufrió un accidente y perdió la memoria. Socorrido y curado por los habitantes autóctonos, recuerda fragmentos de su pasado e intenta regresar con los hombres, pero acabará simpatizando con unos seres aparentemente condenados a la desaparición.
Opinión:
En su clásico y excelente relato "Ante la ley", Kafka ya nos mostraba las miserias de la vida dominada por la burocracia. Más cerca en el tiempo, en la década de los setenta, dos hermanos rusos, los Strugatski, encontraron la forma de modernizar este ideario kafkiano a través de varias obras, pero especialmente con "El caracol en la pendiente", que ellos mismos consideraban su novela mejor alineada con su pensamiento social y político. Por supuesto, la crítica fue unánime y hoy podemos hablar de un verdadero clásico cuando pensamos en este libro.
Los autores vivieron una época convulsionada en su país, Rusia, cuando éste todavía era la Unión Soviética. La novela originalmente fue concebida en 1965, cuando se publicó el primer borrador. Con el auge del comunismo en el poder, el país se convirtió en una gran pesadilla burocrática. Las leyes existían sólo para beneficiar a la élite gobernante, y para la mayoría de la gente de a pie los días transcurrían grises y anodinos, debiendo obedecer sin chistar cada nueva regulación y pagando cada nuevo impuesto, sin tener acceso a un sistema de justicia equitativo e imparcial.
Los Strugatski sufrieron esto en carne propia y lo plasmaron perfectamente usando analogías y recursos narrativos impresionantes para la época, incluso arriesgándose a la censura y la cárcel. Tanto fue así que, para publicarla, antes debieron reescribirla en gran parte, y sólo pudieron editarla en entregas separadas. Como vemos, toda crítica al Politburó era severamente castigada, sin importar de dónde viniera, y los hermanos se cuidaron de no ofender a los burócratas.
Creo que en esta novela decidieron mostrar su propia realidad, el mundo en el que vivían, de la manera más descarnada posible: el país donde se desarrolla la narración es un sitio donde la mediocridad y el absurdo son el pan de cada día. Seres automatizados que se mueven como por ósmosis, sin alma ni cerebro. Conviven dos regiones que forman un solo país (y cada uno tiene una parte de la novela asignado): la región de "La Dirección", donde mora uno de nuestros protagonistas, Perets, un lingüista que sueña con visitar el "Bosque", la otra región, que además es desconocida para él. Perets no puede entrar al bosque y lo observa de lejos, mientras divide su existencia entre este anhelo que no logra consumar, y las tareas bizarras y estúpidas de la Dirección. Allí los empleados sacan cálculos en máquinas estropeadas, las órdenes que se dan son ininteligibles y el personal vive indigesto de tanto beber yogur. A pesar de haber solicitado en varias oportunidades permiso para ingresar al "Bosque", se le ha negado y sólo recibe promesas de que su salvoconducto llegará al día siguiente, sin que este hecho se concrete nunca.
Por otro lado, en el "Bosque" la situación es que allí vive Kandid, un empleado del "Directorio" que acabó allí luego de sobrevivir a un accidente aéreo. Para ese momento, vive como uno más formando parte de una tribu, habiendo prácticamente olvidado su vida anterior en el "Directorio".
Usando la ciencia ficción, como era moda en la época, para mostrarnos luchas sociales como el feminismo o el ecologismo, los Strugatski nos entregan una fábula que recuerda no sólo a Kafka sino a los imposibles de Kubin. Tenemos personajes actuando un poco raro, Kandid que busca a su vez salir del "Bosque" para ver una supuesta ciudad, viaje que va posponiendo siempre "para mañana", y ese mañana que nunca llega. Una sátira perfecta de las promesas truncas de un futuro brillante que se perfilaba cada vez más lejano, y quizás esto explique también por qué este libro pudo publicarse con la llegada de la Perestroika, que fue el proceso en el que Rusia finalmente se abrió, aunque tímidamente, al libre mercado y la libertad, y, sobre todo, en el que buscaron abiertamente acabar con la burocracia.
Tanto el directorio como el bosque pueden significar la Rusia de la élite y la de los pobres, dos mundos en constante colisión. La ciudad de la riqueza y la tecnología, el directorio, versus las afueras, el campo de los obedientes trabajadores hambreados por el régimen comunista, que viven como pueden, como indigentes, en chabolas improvisadas en la intemperie. Pienso que la idea está sujeta a diferentes interpretaciones y que esta era la intención primaria de los autores, sobre todo por lo diferente del estilo de la trama en ambas partes.
Nada es lo que parece ser con los Strugatski. No es que no lo hayamos experimentado antes con alguna de sus otras obras maestras, como "Picnic extraterrestre", por ejemplo, pero en "El caracol en la pendiente" entramos en un mundo de alucinación y locura en el que la opresión socialista llega a niveles alarmantes. Departamentos, comités y más divisiones del Estado nos muestran un "Directorio" deshumanizado donde nada parece tener sentido. Aun así, Perets se permite soñar con un mundo mejor que sabe que existe, pero al que nunca dejarán acceder.
En sus excursiones cada vez más profundas dentro del Bosque, Kandid descubre un secreto espeluznante, donde se hace evidente que existen nuevas tribus que han evolucionado de un modo horrendo, que no puede comprender... El atavismo, la lucha de los sexos, todos temas espinosos que los autores no dejarán de tocar.
Adelantándose a nuestro tiempo, los Strugatski han compuesto una fábula amoral terrible, difícil de olvidar. Hermida ediciones, dentro de su colección Pandora, nos sigue acercando autores y obras imprescindibles, como ya lo hicieron con Clive Barker o Algernon Blackwood. Está claro que su excelente hacer editorial seguirá sin decepcionarnos, pues su apuesta por los hermanos Strugatski resulta, sinceramente, necesaria para un público lector que actualmente exige más de esta literatura.
Una maravilla. Le pongo la máxima puntuación.
Violeta Lila
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Comentario de los lectores:
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