El aviso de los cuervos

Opinión:

El ambiente de "El aviso de los cuervos" muestra un entorno más bien rural, alejado de casi cualquier contacto con la civilización y que resultaría idílico si no fuese porque varias razas fantásticas y con poderes sobrehumanos mantienen una tenaz pugna por la supremacía, aunque parezca que todo esté bastante tranquilo.

Si bien el lugar se sitúa en una zona apartada de Vermont, en Estados Unidos, cerca de Canadá, la mayoría de referencias llevan al otro lado del Atlántico, pues esas razas ahí presentes, Fomoire, Tuatha Dé Danann y Dryw, formarían parte de aquellas que poblaron las tierras celtas de Irlanda.

En cierta manera, es como si se hubiesen trasladado en el tiempo y en el espacio desde una época pretérita hasta la actualidad, aunque en aras de la discreción se hayan acomodado en una zona poco poblada.

A ese mundo mágico y ancestral, compartido también con la gente normal que también habita el lugar, llega la protagonista sin conocer apenas nada de su pasado ni tampoco quién es en realidad. Para redondear la situación, oye voces en su interior, sin que logre identificarlas claramente, y los cuervos adoptan un extraño comportamiento en ese lugar.

No obstante la variedad de elementos fantásticos y mitológicos que se manifiestan en esta historia, he tenido la sensación de que en realidad, su importancia se limita a formar parte del decorado donde se desarrolla una trama intrigante, salpicada de misterios, que manipula a los personajes hacia unos objetivos oscuros que, por su propia contraposición, entrarán en conflicto.

Desde el principio se genera un ambiente cada vez más agobiante, como si el horizonte se contrajese, reduciendo por momentos el espacio disponible hasta que el choque entre los personajes sea inevitable y pueda pasar cualquier cosa, mientras la protagonista vive sus miedos, a veces terroríficos, en primera persona, a la vez que busca sus orígenes, aunque cada vez está menos deseosa de conocerlos.

El resultado de "El aviso de los cuervos" es una novela cerrada, opresiva, con una lectura muy intensa a través de un ritmo donde los pocos momentos de respiro son augurio de que algo ominoso está a punto de suceder.

Selin