Anika entre libros

Educar sin pantallas

Ficha realizada por: Marisa Costa
Educar sin pantallas

Título: Educar sin pantallas
Título Original: (Educar sin pantallas, 2021)
Autor: Marta Prada
Editorial: Oberon
Colección: Desarrollo personal - Parenting


Copyright:

© Marta Prada Gallego, 2021
© Ediciones Oberón (G.A.), 2022

Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2021
ISBN: 9788441544413
Tapa: Blanda
Etiquetas: actividades entretenimiento adolescentes familia educación guía salud juegos psicología libros ilustrados libros técnicos literatura española nuevas tecnologías psicología infantil redes sociales consejos trastornos del comportamiento didáctico ideas autoestima hábitos relaciones familiares adicción tecnológica ejercicios prácticos casos clínicos comportamiento no ficción manual
Nº de páginas: 192

Argumento:

Una guía que permite a padres y docentes crear ámbitos didácticos sanos y positivos para que desarrollen todas sus capacidades de forma efectiva, respetuosa, consciente y amable sin el uso de pantallas.

Del mismo modo ofrece estrategias, herramientas y alternativas que posibilitan esa desintoxicación dependiendo de la edad del educado.

 

Opinión:

 

Marta Prada creadora del conocido blog de educación y crianza @Pequefelicidad acumula más de 47 millones de seguidores en redes sociales. En 2017 ganó el premio al mejor blog de la blogosfera gracias a su guía sobre metodología Montessori y educación respetuosa. Gracias a sus formaciones, tanto presenciales como online, acerca a familias y educadores a su filosofía educativa.

Sus contenidos versan en torno a las relaciones familiares, la crianza, la creatividad, el desarrollo infantil, las emociones, entre otras.

Su formación ha estado enfocada al ámbito educativo en diversas facetas, destacando como guía Montessori de la comunidad infantil, guía AMI de casa de niños, educadora de masaje infantil por AEMI, educadora certificada de disciplina positiva para familias, asesora de lactancia e instructora de yoga para niños y niñas.

Tras haber publicado varios libros con gran éxito de ventas, de entre los que se encuentran algunos dirigidos específicamente al público infantil, Marta se atreve a adentrarse aún más en el contexto social del momento y realizar un estudio cualitativo sobre el uso de las redes sociales y su impacto en diversas etapas.

La autora fundamenta su narración en estudios, investigaciones y casos que le permite contextualizar y dar a conocer el extremismo al que el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), pueden abocar de no controlar, limitar y supervisar su uso.

En más de una ocasión, resulta aterrador leer los grandes trastornos de conducta que puede ocasionar la inadecuada adaptación de las tecnologías a nuestra vida sin ser conscientes de la gran exposición a la que sometemos a los niños y adolescentes.

Por ello, a lo largo del libro, la autora presenta diferentes casos reales y el modo en que ella llevó a la práctica en sus sesiones una serie de técnicas, las cuales en colaboración con las familias supusieron todo un reto para la reeducación de los hábitos tecnológicos.

El manual se encuentra perfectamente estructurado. Al principio, la autora realiza una exposición sobre las influencias que ocasionan las redes sociales en niños y adolescentes en relación con la autoestima, la inseguridad, la adicción, el cambio de personalidad y el comportamiento para, posteriormente, hacer un barrido expositivo sobre la necesidad de pantallas y su relación con los diferentes grupos de edad, detallando los motivos por los que no deberían usarlas, aclarando dudas y dando algunos consejos para evitarlo.

En cada uno de estos capítulos, Marta ofrece alternativas a las pantallas; múltiples ideas y actividades diferenciadas por etapas, edades y necesidades que la autora muestra como ejemplo saludable de bienestar y ergonomía tecnológica. Del mismo modo, presenta medios de actuación ante el corte de pantallas una vez creada la adicción, así como diferentes tipos de acciones, acuerdos y técnicas que marcan la duración y el desenganche de las mismas. Todo ello siempre bajo una justificación científica que marca los pilares básicos de toda actuación educativa.

A lo largo del libro, la autora invita al educador a reflexionar sobre el poder pedagógico que le damos a la pantalla sin proponerlo, otorgándoles unas propiedades beneficiosas que nada tienen que ver con la realidad y que afectan o predisponen al niño hacia problemas de tipo conductual, asociando directamente el TDAH o la hiperactividad de forma directa al estilo de vida tecnológico al que expongamos a los niños.

En el último capítulo se recogen una serie de recomendaciones de juegos y ejercicios que permiten conectar en familia dejando de lado las pantallas. Cada una de estas propuestas se realizan de forma aislada y progresiva a las edades comprendidas entre la primera infancia y la adolescencia, ambos inclusive.

Uno de los puntos clave a destacar es la sencillez, naturalidad, respeto y cohesión con los que la autora trata cada uno de los apartados. Su lenguaje es cercano y su facilidad de transmitir los conceptos es optimista y motivadora, lo que anima a los lectores que desean poner en práctica sus consejos a continuar y mantenerse firme en el logro de sus objetivos. Sin embargo, lejos de lo que se pueda interpretar, en ningún momento se transmite un mensaje tan positivo como irreal, al contrario, la autora da a conocer las dificultades que pueden acontecer durante el proceso y las examina desde varias perspectivas.

Personalmente, como educadora considero que este libro es todo un acierto, ya que aprovechado del éxito de la autora en redes sociales se puede llegar a un gran número de personas creando una concienciación social, tanto personal como educativa, referente al mal uso que se le da a las TIC.

En varias ocasiones me he sorprendido realizándome una autocrítica al verme reflejada en numerosos casos expuestos, replanteándome si lo que yo consideraba correcto en mi relación con las redes se ajusta a lo realmente beneficioso para mi salud tanto mental como física y obligándome en cierta medida a establecer una serie de medidas de forma autónoma.

Por todo ello, considero que "Educar sin pantallas" es un excelente recurso tanto para docentes, que busquen mejorar su práctica y orientar a las familias, como para las propias familias en sí que desean reeducar a sus hijos y crear alternativas de entretenimiento, ya que aporta, de una forma sencilla, no solo conocimiento sino ejemplos, estrategias, alternativas y un buen número de actividades lúdicas con las que mantener a los más pequeños ocupados, desarrollando sus capacidades, despertando su creatividad y buscando nuevos medios de aprendizaje sin tenerlos a merced de una pantalla.

Del mismo modo, nos abre los ojos de un individual a la realidad en la que vivimos en el cual nos volvemos prácticamente esclavos de las tecnologías.

 

Marisa Costa

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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