El comandante

Opinión:

"El comandante" no es una novela aunque lo parezca y se sospeche porque va firmada por Jürg Amann. Es, en realidad, la unión de textos del testimonio que dejó Rudolf Höss tras ser capturado en la II Guerra Mundial, cuando se acabó la guerra contra Alemania y se finalizó con el holocausto. Como Amann indica, no ha añadido nada, tan sólo ha reunido los textos, les ha puesto orden y los ha comprimido, pues estas ciento seis páginas salen de otras trescientas.
 
Jürg Amann elaboró esta obra pensando en convertirla en un monólogo para teatro y radio y hoy la tenemos físicamente editada en tamaño bolsillo y tapa dura.
 
Dicho lo cual lo que leemos son las palabras del propio Rudolf Höss, unas palabras que nos descubren a un tipo que no fue un sádico ni un psicópata, pues no reunía ninguna de estas características en su carácter, y sin embargo fue capaz de actuar como tal bajo el mandato del Tercer Reich.
 
En el Holocausto hubo mucho psicópata escondido tras los uniformes, quizás por eso sorprenda tanto ver que Höss no lo era. Es cierto que siendo demasiado joven y con el fin de conseguir sus metas militares, Höss fue capaz de matar a su primer hombre y a partir de ahí seguir haciéndolo con bastante serenidad, pero en él quedaron impresos ciertos acontecimientos: el primer muerto, la historia de un asesinato grupal de unos soldados rusos a una familia inocente, asesinato innecesario, la estampa de los judíos caminado hacia los crematorios. Es curioso pero sentía empatía, por eso sabemos que psicológicamente no fue un psicópata. Pero era un soldado y no quería ser débil. A partir de ahí el resto es historia. Quizás le influyera el hecho de haber sido un preso, o tal vez que estuvo más unido a otro militar -más que a su propio padre-...
 
Höss hace distinciones a la hora de enfrentarse a la muerte entre creyentes, rebeldes o verdaderos criminales (realmente interesante este apunte) basándose en lo que vió y vivió, cuenta con toda serenidad cómo se organizaron los asesinatos, el orden que debía llevar cada cosa (mentir a los judíos para que entraran a buenas a los crematorios haciéndoles creer que iban a despiojarles, quitarles oro y pelo, enterrarlos o quemarlos...), la importancia de conseguir la pervivencia -curioso dato- de la raza gitana, según el Tercer Reich los más puros por sus orígenes primigenios (más curioso que pensando esto terminaran por aniquilar cuantos pudieran), y un sinfín de detalles que os dejarán bastante impactados.
 
Serán estas y otras cosas las que descubramos leyéndole, y no me extrañaría que, como yo, os dedicaseis a subrayar algunas frases que os sorprendan. Personalmente lo he disfrutado como apunte histórico, todo el mundo sabe que tengo especial interés en este tema, y advierto que además de cortito es de rápida lectura. Los textos están muy bien escogidos y se lee en un rato.
 
Y quien se pregunte cómo fue entonces posible que un tipo bastante corriente terminara aniquilando miles de seres humanos en Auschwitz, que recuerde esta frase: "Para nosotros, la expresión "El Führer ordena y nosotros obedecemos" era mucho más que una frase hecha o una simple consigna".
 
Anika Lillo