Petit, el monstruo

Opinión:

"Petit, el monstruo" es un álbum ilustrado realizado por la escritora e ilustradora argentina Isol, autora galardonada con el premio internacional Astrid Lindgren 2013.

En él nos presenta a Petit, un niño que se cuestiona quién es en realidad, pues en ocasiones hace cosas buenas y en otras malas. Dependiendo de la situación puede considerarse bueno o malo. Esto lo tiene muy confundido, pues ¿será un monstruo? ¿una especie de niño bueno-malo a la vez?

Para salir de dudas pregunta a su madre, quien no parece tener la respuesta, y que también parece ser buena-mala dependiendo de la situación. ¿Será cosa de familia?

Isol trata con acierto este tema en apariencia sencillo, pero que es más profundo y complejo de lo que parece, y lo mejor, lo hace desde la perspectiva del niño, enfrentándole a estas dudas, a este dilema moral, que todos hemos tenido en alguna ocasión.

Las ilustraciones son muy particulares, recuerdan a los dibujos realizados por los niños, De trazos irregulares, imperfectos, conectan a la perfección con el público al que va dirigido este álbum. A pesar de asemejarse al dibujo infantil, las ilustraciones están muy cuidadas. Vemos tonos claros cuando Petit hace cosas buenas, y tonos oscuros cuando hace cosas malas. Estos pequeños detalles le aportan profundidad a la historia, revelando las emociones que se encuentran tras el personaje principal.

Temas como la búsqueda de identidad o el bien y el mal quedan reflejados en esta historia, que ha logrado saltar a la pequeña pantalla.

Además, es un libro que invita a reflexionar, narrado desde la perspectiva de un niño que tiene dudas sobre su comportamiento debido a las etiquetas que solemos poner sin llegar a pensar en cómo pueden afectar a sus sentimientos y autoestima. Una lectura que deja claro que no todo es bueno o malo, blanco o negro; la vida está llena de grises.

En definitiva, "Petit, el monstruo" es un álbum ilustrado que nos muestra a un niño real, que se cuestiona, que duda, lleno de contradicciones y matices. Algo que se agradece, pues no es muy habitual encontrar libros infantiles que no idealicen la infancia.

Mónica CZ