mis mascotas y mi granja. libros de tacto y sonido
Título: mis mascotas y mi granja. libros de tacto y sonido
Título Original: mis mascotas y mi granja. libros de tacto y sonido
Autor: VV.AA
Editorial:
Macmillan
Copyright:
© Éditions Philippe Azou, 2009
© Grupo Macmillan
Traducción de Paz Barroso
1ª Edición, 2011
Etiquetas: animales bichos aprender jugar aprendizaje bebés 0 años 1 año infantil conocimiento divulgación libro para regalar libros con sonido música libros ilustrados libros interactivos interactivo texturas tacto 2 años
Argumento:
Dos libros de Macmillan editados en castellano y en catalán
dedicados a animales de la granja o a animales de compañía y
realizados en cartón.
Ambos llevan sonidos de animales y diferentes texturas.
Opinión:
Soy de las que no soportan los libros de los antiguos todo a
cien con sonidos, por eso cuando un libro como éste, con tanta
calidad, sale al mercado, me maravillo. Sonidos precisos,
auténticos, nada forzados y fácilmente identificables de perros,
hamsters, gatos, loros, patitos, ovejas, gallos y cerdos.
Si al sonido le unes la otra parte importante de
esos libros, el tacto, y ves que la calidad es la
misma, incluso diría que la supera, sabrás que te encuentras ante
libros realmente bien hechos. Cueros, pieles y otras superficies
sintéticas se muestran como ejemplo ante cada uno de los cuerpos de
estos animales, así el niño podrá tocar la piel y tener la
sensación de que está tocando realmente a un animal.
Recomendé efusivamente "
Mi cofre de animales" de
Christophe Boncens, también editado por Macmillan, y quiero
unir a esa recomendación estos dos volúmenes que además del pelaje
incluye ocho sonidos separados en sus dos volúmenes, los
específicos a animales de granja o a animales de compañía.
Con estos libros los pequeños receptores tienen algo más que un
entretenimiento pues son aptos para su desarrollo sensorial,
coordinación y, por supuesto, conocimiento.
De buen tamaño (ni enorme ni muy pequeño) y de puntas romas, está
diseñado para que ellos no puedan acceder a las pilas, pero una de
las cosas que más me ha llamado también la atención es la suavidad
que necesita el tacto para que el sonido se ponga en marcha. El
bebé no necesitará presionar fuertemente, dispondrá de energía
suficiente para que con un simple empujón de su dedo se escuche
perfectamente.
La edad ideal es a partir de 36 meses y siempre será recomendable
que cuando jueguen con él, a pesar de no llevar botones, haya algún
adulto cerca, para que no tire de los pelos y se los lleve a la
boca.
Muy, pero que muy recomendables.
Anika Lillo
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