Francisco Javier Illán Vivas (La Vallée des Mammouths. Michel Peyrameure)
Comparte con nosotros su Libro-Recuerdo
Francisco Javier Illán Vivas
(Criminólogo y Escritor)
La Vallée des Mammouths Michel Peyrameure
Mi casa tiene un lugar especial, el único en el mundo que puedo aseverar, y con propiedad, que es mío: mi despacho.
Un lugar espacioso, confortable. No tiene nada de solemne, pero, dicen, se siente en él un refinamiento que llamaba la atención a quien me visitaba. Bien es cierto que yo sólo veo los libros, cientos de libros que tapizan las paredes. Cada mueble, cada objeto, tiene belleza por sí mismo, la que he buscado a lo largo de mi vida, puedo presumir de haber logrado una sutil armonía, que difícilmente se hubiese podido definir. Los muebles son de estilos diferentes y no se siente la preocupación por formar un conjunto (nunca lo he intentado). Pero no por ello es menos bella cada pieza en sí misma: todas han adquirido la misma personalidad.
Y es precisamente en este lugar donde acostumbro a leer, y donde suelo rememorar mis primeras lecturas, escondido bajo la mesacamilla, en la lejanísima infancia; o bajo las escaleras del edificio, frente a los buzones de correos, cuando mi madre se empeñaba que saliese a la calle y yo, tímido hasta sufrir terror en presencia de otras personas, me escondía para volver a subir a casa -vivíamos en un tercer piso de la calle de la Estación, de Molina de Segura- pasado el tiempo que ella me obligaba a salir.
Sólo dos libros habían en casa: La Biblia y el Quijote. ¡Y los leí una y otra vez! Forcé los ojos, en ambientes casi a oscuras, para saber desde entonces que nunca me gustaría la oscuridad. Aunque, ahora sé, que la noche es el momento propicio para la escritura, pero esa es otra historia.
Mi primer libro, y al que he recurrido y citado en muchos cuentos, fue La Vallée des Mammouths, de Michel Peyrameure, un libro al cual tengo un cariño especial. Cierto es que son tres los que siempre tengo frente a mi vista: el citado La Vallée des Mammouths; The Secret Garden, de Frances Hodgson Burnett; y The Lord of the Rings, de J.R.R. Tolkien; pero aquél fue el primero mío, que me llevó a un mundo desconocido, donde supe que, aunque algo no se vea, no significa que no exista. Recuerdo aquellas sensaciones que otros lectores han sabido definir tan magníficamente: al cerrarlo quedé colmado de dulzura, repleto de curiosidad y rebosante de asombro.
Ese es siempre mi recuerdo de La Vallée des Mammouths.
Firma: Francisco Javier Illán Vivas
¿Te ha gustado? Compártelo:
Comentarios de los lectores:
Publicidad