Erasmo R. (Elogio de la locura. Erasmo de Rotterdam)

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Erasmo R.

(Colaborador)

Elogio de la locura Erasmo de Rotterdam

Durante muchos años le reproché a mi padre, gran lector, que tuviera la ocurrencia de bautizarme con el nombre de Erasmo. Su contestación a mis continuas quejas, entre irónica y condescendiente, era que la alternativa a ese nombre era Julio César. La verdad es que no sé que hubiera sido peor.

Pueden imaginar los lectores de Anika Entre Libros la cantidad de bromas que he tenido que soportar a lo largo de mi vida por el nombrecito en cuestión. Además, como no soy de Rótterdam, sino de Carabanchel (Madrid), la risa y chufla de mis compañeros del colegio primero, del instituto después, y de la facultad finalmente, eran aún más insoportables. ¿Se imaginan? Erasmo de Carabanchel, a lo que siempre añadía algún gracioso. Sí, ¿pero del Bajo o el Alto? Hasta mi primera novia no lo pudo soportar y me abandonó por un tal Antonio, de Sevilla. En fin como para sentirse contento y orgulloso de mi erasmez involuntaria.

El caso es que, con el tiempo, he entendido el paterno mensaje y fue, como era lógico, tras la lectura del "Elogio de la locura", de mi tocayo. Qué gran libro, qué maravilla de ironía, de sutileza, de reírse de todo, incluso de lo más serio. Cuánto aprendí con su lectura. No sé si es el libro que más me ha gustado, porque eso siempre es difícil de determinar, pero, sin duda, su recuerdo me es muy grato.

Desde entonces, hace ya bastantes años, perdoné a mi padre su genialidad y el libro de Erasmo -el auténtico- pasó a ser de mis favoritos. De vez en cuando lo releo. Y es más, a mi última novia, admiradora de Wilde, la he convencido de que llamarse Erasmo es un honor que no todos pueden merecer y mucho más importante que llamarse Ernesto.

Tanto es así que, si pudiera volver a nacer, me gustaría poder entrevistar a ese genio para ciberanika. Erasmo entrevistado por Erasmo. ¡Apoteósico!

PD: Dedico este recuerdo especialmente a mi compañero de trabajo Desiderio. Ese nombre también lo llevaba Erasmo. Este querido colega, al contrario que yo, aún no ha asumido la importancia de su nombre.

Firma: Erasmo R.