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La nada que soñaba con sonar. Luisa Guerrero
Autor: Luisa Guerrero (España) Web Oficial: www.luisaguerrero.com Participa con: "La nada que soñaba con sonar" |
Sobre Luisa Guerrero: |
Su primera obra está dirigida a un público infantil, y con ella se ha estrenado después de ser una fantástica ilustradora de cuentos, colecciones y arte en general.
Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos): |
¬ La princesa Ana
¬ Marta y la sirena
¬ La princesa Anna (versión en
catalán)
* ver Luisa Guerrero en Anika Entre Libros
La nada que soñaba con sonar
Había una vez una "Nada" que soñaba con sonar. Todos sabemos que
las "Nadas" son nada, pero resulta que ella quería ser un sonido y
el sonido más bonito que se pudiese escuchar. Pero tenía un
problema y es que no sabía como hacerlo, así que pensó:
- Quiero ser un sonido, quiero poder sonar… ¡pero no sé cómo se
llega a ser sonido!... Marcharé de viaje a ver si encuentro a
alguien que me pueda decir cómo se puede ser un sonido.
Dejó su casa y se marchó de viaje, pero sin maletas porque las
"nadas" no tienen nada.
Cuando iba por el camino se encontró a un pájaro que estaba en lo
alto de un árbol cantando. Se acercó a él y le preguntó:
- ¿Cómo puedo ser sonido de tu canto?
El pájaro siguió cantando sin contestar, porque los pájaros no
entienden el idioma de la "Nada".
La "Nada" se sintió muy triste pensando:
- Si nadie entiende mi idioma, nadie me podrá contar cómo se llega
a ser sonido… Tengo que seguir mi camino, aunque nadie me conteste,
porque si no busco yo lo que quiero, lo que es seguro es que nunca
lo encontraré.
Las "Nadas" tienen un problema y es que, además de que nadie
entiende su idioma, tampoco nadie las ve, son invisibles. Así que
nuestra amiga "Nada" tuvo que seguir su camino sola, por lo que
estaba muy triste y desencantada.
Iba por el bosque escuchando todo lo que sonaba, a los pájaros
cantando, el salpicar del agua del río, el ruido de las piedras al
rodar, el silbido del viento cuando se llevaba volando las hojas de
los árboles… Y, de pronto, escuchó un sonido diferente. Era una
flauta que estaba tocando un muchacho. Cuando acabó la canción dejó
de tocar, pero la música se había quedado flotando en el aire… ¡qué
espectáculo más bonito!... Sin saber cómo, la "Nada" se vio rodeada
de pentagramas llenos de notas -las notas que hacía un rato estaban
sonando en la flauta-, tropezó con uno de ellos y cayó. Mientras
iba por el aire cayendo, se dio cuenta de que con el golpe se había
hecho daño y no se podía mover, así que se dejó llevar, y otro
pentagrama que por allí volaba la recogió.
En ese momento se miró y vio que tenía cuerpo. Era un punto negro
unido a un palito largo del que le salían dos banderines.
La "Nada" se quedó muy extrañada de aquella transformación porque
era la primera vez que le pasaba una cosa tan rara.
De pronto, se dio cuenta de que una voz le hablaba.
- ¡Hola, bienvenida!
- ¿Quién me habla? - le contestó.
- Soy la corchea que tienes a tu lado.
- ¿Cómo es que puedes hablarme? Hasta ahora nadie me había
hablado, soy una "nada" y a las "nadas" nadie las ve ni les
habla.
- Ya no eres una "nada", te has convertido en una nota y parte de
esta canción que has escuchado y que tanto te gustaba.
Así es, la "Nada" se había convertido en una nota. Era una nota
pequeñita, una semicorchea, porque ella era una "nada" también
pequeñita.
- ¿Y qué me pasará ahora? - preguntó la que había sido una "nada"
y que ahora era una nota semicorchea.
- Pues que cuando vuelva a sonar la canción que está escrita en
este pentagrama, tú sonarás también. De esta forma te has
convertido en parte de nuestra canción.
Y así fue que a partir de ese día, siempre que el muchacho tocaba
esa pieza, sonaba la nueva semicorchea, la canción había cambiado
un poquito, pero ahora era más bonita de lo que lo había sido hasta
ese momento. Y la que había sido una "nada" sola y triste, había
conseguido lo que tanto soñó, ser un sonido de los más bonitos del
mundo, ser música.
¿Qué nos enseña este cuento?
Que es así como siempre nace la música, de las "nadas" que andan
por el mundo viajando y se encuentran con pentagramas que están
sonando.
© Luisa Guerrero
COMENTARIOS SOBRE EL
RELATO
Pilar López Bernués
(pilarlb)
Creo que es un cuento precioso, a la vez que muy profundo.
¡Enhorabuena, Luisa!
Travis
La verdad es que me he perdido un poco. No es un estilo que me
guste mucho, es cuestión de gustos.
Joseph B. Macgregor
Un cuento infantil perfectamente estructurado, narrado en el tono
adecuado, que fluye con naturalidad, agradable de leer y que puede
servir para trabajar la autoestima del alumnado o de nuestros hijos
o, en mi caso, sobrinos, primitos, etc. aunque no estaría mal que
también tomará buena nota algún que otro adulto.
No es fácil, en contra de lo que se cree, escribir cuentos
infantiles. Hay que encontrar el tono adecuado, tratando de no caer
en lo ñoño, en lo cursi, en lo empalagoso... y hablando al crío
como lo que es: un crío, pero no un pequeño idiota. En ese sentido,
este cuento cumple perfectamente su cometido y habla en un lenguaje
claro que no cae en ningún momento en los defectos o errores que he
citado anteriormente.
Una bonita historia cuya moraleja no molesta.
Miguel Angel León Asuero
(maleon)
A mi modo de ver, la autora ha conseguido hacer fácil lo difícil:
escribir para los niños.
Yo ando metido en la redacción de una colección de cuentos
infantiles, y podéis creer que eso me trae de cabeza, porque es
mucho más difícil de lo que pueda parecer. Estoy tardando más en
escribir un cuento que en poner en pie cinco capítulos de una
novela...
Enhorabuena a la autora, y gracias...
Carobece
Este cuento tiene un aire infantil que me encanta.
Es muy bueno y en un principio me pareció un juego de palabras
delicioso.
Luisa Guerrero
Hola,
Soy la autora de este cuento y quería agradecer a todos vuestra
opinión.
Este cuento forma parte de una colección pensada para que los
niños entiendan algunos conceptos básicos en la música, les motive
y estimule su imaginación a la hora de enfrentarse al estudio de la
misma. Qué es el tiempo, el ritmo y la tonalidad, así como
conceptos todavía más difíciles para ellos como podría ser "qué es
la inspiración". Lo bonito que puede llegar a ser tocar un
instrumento, pero lo duro que a veces se hace, conceptos como la
necesaria disciplina a la hora de estudiar, la concentración, el
escucharse a sí mismo… Conceptos, hoy en día, bastante
deteriorados.
Este es un proyecto que tengo en marcha y que espero que pronto
pueda ver la luz. Es un trabajo lento, minucioso y hecho con mucho
cariño. Como alguno habéis dicho, no es fácil escribir para niños,
que les llegue el mensaje y que aprendan de él. Y no sólo con el
texto, sino también con las ilustraciones que lo acompañarán y que
también pienso hacer yo misma.
Un saludo a todos y nuevamente quiero agradeceros que hayáis leído
"La nada que soñaba con sonar".
Isabel
Me encanta este cuento. Se nota que está hecho con mucho
sentimiento y realmente consigue hacer fácil lo difícil.