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La espera. David Jasso
Autor: David Jasso (Zaragoza. España) Web Oficial: Participa con: "La espera" |
Sobre David Jasso: |
David Jasso vive donde nació, en Zaragoza. Ha trabajado como
periodista en prensa, radio y televisión; también ha impartido
clases de Medios de Comunicación. En la actualidad es Jefe de
producción de una importante Vídeo productora.
En su juventud formó parte del colectivo "Abrotjos" y editó la revista poética del mismo nombre. Ha escrito numerosas reseñas literarias y relatos para varios medios especializados, y ha recibido premios por sus trabajos, algunos de ellos publicados por la red. Desde la web oficial de "La Silla" se puede acceder a otros textos.
Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos): |
¬ Cazador de mentiras (2007.
Co-escrito con Santiago Eximeno)
¬ La silla (abril,
2006)
¬ Paura. Antología de Terror
Contemporáneo. Volumen 2 (VVAA)
* ver David Jasso en Anika Entre Libros
La espera
Ni siquiera me mira. Cada mañana pasa a mi lado y ni me ve,
ignora mi presencia.
Pero no me importa, yo acudo puntual, todos los días, al cruce de
la avenida, aunque sólo sea para verla pasar junto a mí, para
seguir sus ágiles movimientos con mis ojos cansados. La veo cruzar
la calle con su melena agitada por el viento, ondeando tras ella
como el estandarte de su vitalidad; acelerando sus pasos jóvenes
para sortear el tráfico con presteza; portando su pesada mochilita
repleta de libros de texto, con la vida restallando en su rostro
fresco en ráfagas tan deslumbrantes que casi producen dolor.
Y sueño con ella, con su sonrisa sincera, con su roce de brizna de
hierba. Anhelo el momento de tenerla junto a mí, de sentir su
cuerpo contra mi pecho, de acariciar sus cabellos con toques
lentos. Son sólo unos segundos cada día, luego, sigue su camino
hacia clase sin percatarse de mi presencia, sin saber que yo estoy
ahí, esperándola. Y la veo alejarse.
Quedo en la esquina un día más, rodeado por el fantasma de su
perfume, sacudido por la estela de su paso como la barca mecida por
las olas. Ni siquiera me ha visto.
Pero no me importa, sé que un día caerá bajo la rueda del autobús
y vendrá a mí, buscando el consuelo de los cálidos brazos de la
muerte.
FIN
© David Jasso
COMENTARIOS SOBRE EL
RELATO
Pilar López Bernués
(pilarlb)
Me ha gustado un montón. Al principio pensaba en una historia de
amor, o en un padre separado que no puede cuidar a diario de su
hija... En realidad, sí es una historia de amor, un amor que tarde
o temprano se hará realidad... Saludos cordiales
Manel Sparks
Genial, David. Un relato cortísimo que demuestra que no hacen
falta demasiadas líneas para dejar un excelente sabor de boca al
lector. Uno empieza este relato pensando: otra vez el típico relato
de un hombre que cada día ve a una mujer que no conoce y que se
enamora... Pero de repente ¡zas!, te suelta ese final.
Además me ha gustado especialmente la manera que tiene de escribir
ese final. No ha utilizado ninguna frase cursi para decir que la
chica y esa figura de la muerte acabarán encontrándose, sino que ha
sido directo, sobrio: "sé que un día caerá bajo la rueda del
autobús". Una manera bestia de decir lo que ocurrirá, no se anda
con chiquitas. Supongo que es una forma de expresar el golpe de la
realidad frente a la idealización que cada día hace "ese hombre" de
la mujer que ve. Tengo una duda, no sabemos si ese final da por
hecho que el hombre (la muerte) sabe que la mujer acabará bajo las
ruedas del camión o si simplemente es un grito de lamento, un tarde
o temprano nos encontraremos. Yo creo que la primera, pero las dos
me gustan.
En fin, que me ha gustado. Acabo ya porque al final mi comentario
va a ser más largo que el propio relato.
Sirona
Uf, me ha impactado el final.
Imaginaba lo mismo, una historia de amor. Pensaba en una
diferencia de edad... Pero el final...
Llegará.
Carobece
El relato es bien interesante y lo mejor de todo: súper corto, lo
cual me permitió disfrutarlo porque a veces lo demasiado largo me
aburre.
Yo no pensé que se tratara de una chica... esperaba que fuera otra
cosa, porque últimamente me estoy volviendo enemiga de lo
predecible. Así que si algo me parece demasiado predecible,
inmediatamente lo cambio por algo totalmente diferente que puede
sonar absurdo.
Bueno, esta vez el relato se fue por el lado predecible (se trata
de una chica), pero eso no le quita lo bueno.
Relato: MUY BUENO
Travis
Yo más bien pensaba en la historia de un pederasta que acechaba a
su víctima. No es exactamene una trick story pero el final
sorprende y agrada.
Me gusta la idea de la muerte como una amante que espera el
instante justo para consumar su pasión y también me parece
sugerente la idea de dicha muerte no sea una ciencia exacta sino
que necesita que el espacio-tiempo coincida en el momento
preciso.
Anika
Tengo la impresión de que aquellos que hayan leído "La Silla", del
autor, verían en este relato el 'Cómo' el chico "se suicida"
tirándose a las ruedas del autobús. ¿Se tira el chico? ¿Le busca el
autobús? ¿Le habla la Muerte y le dice lo que tiene que hacer? ¿Es
culpable el autor** del relato que incita al suicidio al
chico?
** El autor no es David Jasso, sino su protagonista, un
escritor.
Es curioso, creo que esto sólo podría planteármelo yo que me he
leído su novela, u otros como yo, porque parece existir una
relación entre uno y otro.
Pero ahora basándome sólo en el relato y dejando atrás "La Silla",
porque seguro que ni siquiera hay relación entre ambas cosas (ya lo
dirá David) esto es justo lo que me gusta. Es corto, clarísimo, veo
fantástica la descripción de la escena de la joven (con su
mochilita..., aunque creo que erróneamente este diminutivo me ha
llevado a pensar que era una niña y no una joven) cuando él la
observa, y veo un cañazo ese final.
Fantástico. Felicidades.
Estoy deseando leer su segundo libro. ¡¡¡¿Para cuándo?!!!
Miguel Angel León Asuero
(maleon)
¡Uffff!
A mí me ha puesto los pelos de punta...
Como padre divorciado que soy, cada día echo de menos una
barbaridad el estar con mis hijos, y desde el principio del relato
me hice a la idea que era eso lo que el autor pretendía
transmitir.
El final es un mazazo...
Obviando todo eso, no me ha extrañado que sea un relato tan corto,
porque dice lo que tiene que decir y en la forma que hay que
hacerlo. Está justamente dosificado, y la forma de describir lo que
ocurre es la idónea.
He notado (y que Anika, que me ha leído, me corrija si no estoy en
lo cierto) un estilo en la forma de escribir que se asemeja al que
yo suelo usar (bueno, o el que yo suelo usar se asemeja al de este
relato, que no quiero ser pedante).
Me ha gustado mucho en su totalidad, independientemente de la
nostalgia que ha despertado en mí por los motivos que he expuesto
más arriba, y me ha parecido un relato genial.
Gracias, David, por esta historia, y por tu forma de
escribirla.
De mayor, quiero ser como tú...
M. A. León
Anika
Quote- maleon escribió
He notado (y que Anika, que me ha leído, me corrija si no estoy en
lo cierto) un estilo en la forma de escribir que se asemeja al que
yo suelo usar (bueno, o el que yo suelo usar se asemeja al de este
relato, que no quiero ser pedante).
¡Es curioso que digas eso porque justamente yo he pensado lo
contrario! jajaa, bueno, no exageremos que no es exactamente así
(quería darte un susto)... cuando estaba leyendo el relato me he
acordado de ti, de forma que algo sí que hay, y seguramente es lo
que tú ves, pero siendo analítica he pensado que no era así. Creo
que coincidís en algo, pero soy incapaz de definir qué es
exactamente.
PD. Supongo que esta apreciación es porque he leído un libro de
cada uno y tú sólo has leído un relato de él. Deberíais leeros el
uno al otro a ver qué tal.
Miguel Angel León Asuero
(maleon)
Por mí, encantado...
Maleon
David
Jasso
Hey. Hola a todos. Gracias por vuestros comentarios. Me alegro de
que el relato "La espera" os haya gustado y sorprendido. Genial,
eso era lo que pretendía.
Pero Anika me ha calado, (jo, cómo controla la tía) efectivamente
existe una relación indirecta entre la subtrama del suicidio del
autobús en la novela "La silla" y este relato, muy leve, pero desde
luego, está ahí... Y en la próxima novela también hay un autobús...
(¿Fijación? ¿Neura? ¿Continuidad?).
Pero este no es el único detalle compartido por novelas y relatos.
Si entráis en Sedice podéis leer otro relato (La bruma) con
pequeños nexos con la novela (En este caso no se trata de un
autobús...)
Me encanta introducir esos pequeños guiños o cameos que más
adelante cobran vida propia y reclaman su historia
particular.
En realidad "La espera" no tiene una relación directa con la
novela, excepto ese nexo común de la muerte bajo el autobús.
Por cierto, (¡primicia!) si nada se tuerce, la nueva novela saldrá
a la venta para la próxima feria del libro. Y hay más sorpresas:
porque está escrita a medias entre Santiago Eximeno y yo. Ha
quedado estupenda...
Volviendo al relato: Alguien ha preguntado si la Muerte sabe con
certeza si el atropello va a tener lugar. Efectivamente, considero
que así es, sólo espera a que el hecho inevitable acontezca.
Por cierto, que ahora al releer el relato me ha dado cuenta de que
"mochilita" puede desvirtuar la imagen que pretendía generar, más
bien debería decir "mochila" como ha sugerido Anika (si cuando digo
que no se le escapa una...) A ver si a alguien se le ocurre alguna
otra mejora...
Gracias a todos por vuestro apoyo y vuestros comentarios. Hasta
pronto.
Delta
¡Me ha encantando! Va despacito y al final en un segundo ¡todo
cambia! Me he quedado flasheada. Yo al principio pensé como Travis,
pero bueno, en un acosador XDDDD, pero bueno, eso, me ha impactado
cómo en un plis cambia el ritmo de la historia.
Panzermeyer
Giro inesperado. Nada es lo que parece. Sorprendente. Perdona si
no profundizo pero a veces soy así de telegráfico. Me ha gustado y
sobre todo me ha sorprendido, que es lo más interesante.
Enhorabuena.
Joseph B. Macgregor
Este pequeño cuento sirve como ejemplo para explicar la diferencia
entre ser esquématico y ser sintético. David Jasso sabe sintetizar,
contar una historia en pocos párrafos, va al grano, no se
entretiene con interminables descripciones. Lo único que interesa
es la historia y punto.
No es esquemático porque la historia está desarrollada, pienso yo,
hasta sus últimas consecuencias. Dura lo que tiene que durar: el
tiempo justo y necesario, la extensión más adecuada para narrar una
pequeña anécdota de contenido aparentemente romántico, finalmente
fantástico. Una mezcla hermosa.
David Jasso se me antoja un autor muy eficaz. Lo único que me
atrevo a sugerir es que quizá podrías haber terminado el texto:
"buscando el consuelo entre / en mis cálidos brazos", eludiendo la
referencia final tan clara a la muerte (que quizá habría que poner
en mayúsculas La Muerte), como dejándolo más a la imaginación del
lector...
De todos modos, un relato breve bastante bueno, con algo de
Cortázar...
ÁGATHA
A mí también me gustó mucho el relato. Breve, conciso y muy
profundo en su temática.
Al principio me sucedió lo mismo que a Travis: Supuse que se
trataba de un viejo "rabo verde" o de un pederasta. Pero, ¡¡oh
sorpresa!!
Me uno a Anika para sugerirte que emplees mochila en lugar de
"mochilita", pues leyendo por segunda vez el relato, noté que es
justo eso lo que nos lleva a creer de entrada que hablas de una
niña y de un hombre mayor.
Un excelente final. Cierto, a esa cita fatal todas y todos
llegaremos algún día. Lo único que me dejó reflexionando es que has
presentado al destino como algo preescrito, algo ineludible y no
puedo evitar el pensar en ello. ¿Por qué? Porque a veces prefiero
creer que somos los arquitectos de nuestros propios destinos
(citando un poco a Amado Nervo). Sin embargo, yo misma he pintado
al futuro, en algunos relatos, como algo que ya está predestinado.
Supongo que hay relatos que se prestan para ello, como éste, por
ejemplo.
Tobias Grumm
Otro gran relato que le leo a David, y ya van... ufff, mejor ni
los cuento. Desde que devoré La silla, he identificado a este autor
con el Stephen King español. Si algo caracteriza al propio King es
convertir las situaciones cotidianas en armas arrojadizas contra el
lector, retorciéndolos en hechos espeluznantes y terribles. La
silla ya fue un derroche de sensaciones y situaciones luctuosas que
a todos nos puso los pelos de punta. En este cuento, David nos
muestra cuán lejos puede llegar un sentimiento -y lo hace de forma
pletórica y detallista- y en El cazador de mentiras (me cuento
entre los afortunados de haber podido leer las primeras páginas de
la novela embrionaria) nos sumerge, junto a Santi Eximeno, en un
juego de verdades y falsedades que nos mantiene en vilo durante
toda la narración.
Así que para todos los fanáticos del sr. Jasso, entre los que me
encuentro: http://www.stardustcf.com/libroindiv.asp?libro=935
¡¡Ya era hora!! Con qué ganas he esperado este libro.