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La belleza. Andrés Neuman

 

Ccuentos Autor:
Andrés Neuman (Buenos Aires, Argentina. 1977)

Web Oficial: www.andresneuman.com

Participa con:
"La Belleza, relato de su libro "Alumbramiento""

 

Sobre Andrés Neuman:

Hispanoargentino, se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, donde codirigió la revista 'Letra Clara' e impartió clases de literatura hispanoamericana. Actualmente es columnista y guionista de tiras cómicas en el diario Ideal de Granada.

Su primera novela, 'Bariloche' (Anagrama, 1999), fue Finalista del Premio Herralde y elegida entre las diez mejores del año por El Cultural del diario El Mundo. Su siguiente novela, 'La vida en las ventanas' (Espasa, 2002), fue distinguida como Finalista del Premio Primavera. Con 'Una vez Argentina' (Anagrama, 2003) volvió a ser Finalista del Premio Herralde de Novela.
 

Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos):

¬ Métodos de la noche (poesía, 1998)
¬ Bariloche (1999)
¬ El jugador de billar (poesía, 2000)
¬ El que espera (relatos, 2000)
¬ El último minuto (relatos, 2001)
¬ El tobogán (poesía, 2002)
¬ La vida en las ventanas (2002)
¬ Gotas negras (poesía, 2003)
¬ La canción del antílope (poesía, 2003)
¬ Una vez Argentina (2003)
¬ El equilibrista (ensayo, 2005)
¬ Alumbramiento (relatos, 2006)

* ver Andrés Neuman en Anika Entre Libros

 

LA BELLEZA. Relato de su libro "ALUMBRAMIENTO"

Habrá quien piense que exagero, pero allá cada cual. Soy tan bella que salgo a la calle enamorada de antemano. Los hombres me contemplan con una especie de atención superlativa y un tanto rencorosa. Las mujeres me examinan, revisan mis facciones, estudian cada gesto mío intentando descifrar la trampa. Pero no hay trampas: que soy bella, horripilantemente bella, y nada más.

Gentil suplicio, este. No veo dónde está la bendición. Hable o calle, estoy perdida. Si digo cualquier cosa, soy escuchada con una impertinente suspicacia a la que no consigo acostumbrarme. Cuando no abro la boca, todos me miran como pensando: sí, pero será tonta. Si algún hombre me habla, lo hace con intereses no precisamente dialécticos. Si me habla una mujer, lo hace para neutralizarme como competidora ofreciéndome su amistad. Cuando ellos no me dirigen la palabra, en su silencio tiembla el reproche de no amarlos. Cuando ellas callan, noto cómo me espían y corren a retocarse el maquillaje. Socorro. Nadie elige su cuerpo ni su nombre. La armonía se ha vengado de mí. También lo bello es cruel, también lo bello.

¿Cuánto mérito mío hay en esta piel de pétalo? ¿Cuánto de recompensa al trabajo bien hecho hay en mis formas de copa de cristal? A veces he pensado en terminar con todo y arrojarme un líquido abrasivo a la cara. Si no lo hago no es por coquetería, sino por miedo al dolor y sobre todo por orgullo. He vivido en el bosque. He huido al extranjero. He pasado unos años en la montaña. Pero siempre, en todas partes, hubo alguien que se enamoró de mí y me odió por ello. Conozco de memoria la manera: primero es un deslumbramiento exagerado, estelar; después una benevolencia boba, como si yo mereciera más de lo que merezco; más tarde esa impaciencia a la que tanto le temo; enseguida una escena de despecho, un ataque de ira y finalmente el daño para ambos.

Por las noches sueño con mundos feos, con escenas de asco, con figuras nauseabundas. Veo amantes de piel sucia y lenguas negras, bestias ansiosas que me abrazan sin juicios y me incluyen en su hedor. Entonces, fugazmente, soy feliz. Atravieso desiertos de arena impura. Nado despreocupada en un río de barro. Pero tarde o temprano un aliento de sol me acaricia la mejilla, y me pongo a parpadear, y mi cuerpo se estira lentamente, y la belleza regresa al dormitorio. Lo primero que hago al levantarme de la cama es mirar, incrédula, mi desnudo en el espejo. A mi lado nunca despierta nadie.



© Andres Neuman



COMENTARIOS SOBRE EL RELATO



Pilar López Bernués

Me ha parecido una reflexión profunda expresada con un ligero toque de humor y muy fácil de leer.

¡Enhorabuena!



Travis

Opino lo mismo, no acabo de creerme que ser exageradamente guapa sea una maldición pero este cuento podría convencerme de lo contrario. Un gran final



Panzermeyer

Una visión poco habitual de la belleza. Te hace pensar, aunque resulta un poco difícil de creer que ser agraciado sea tan negativo. Ser feo debe ser peor. No obstante, la originalidad y la exposición tan bien argumentada merecen un aplauso. Enhorabuena.



Athman

Pues lo siento. El relato es bueno, está bien escrito y se hace placentero de leer, pero llega un momento que te dan ganas de gritarle a la tipa "Cásate con un ciego, si no te gusta que te miren". Es lo que me ha hecho sentir, lo siento si alguien se siente ofendido...



César

¡Me ha encantao este escrito! Parece como un estudio psicológico de lo que debe sentir "la belleza". Son ciertas todas esas reacciones. Me quedé con ganas de más... Has tocado muy levemente la soledad en esa belleza, que creo que es importante, o quizás lo diga, simplemente, porque como he dicho antes me quedé con ganas de más.

A veces la envidia, el "reflejo" de lo que no somos y desearíamos ser, toma disfraces muy sutiles. Repito, me ha gustado mucho.

César



Joseph B. Macgregor

Nunca he estado de acuerdo con ese viejo tópico que dice: Las guapas son tontas. En realidad, es como un bobo consuelo que se dan algunos cuando una guapa no les hace caso... He conocido mujeres muy guapas o atractivas que eran muy inteligentes, tenían las ideas muy claras y sabían lo que querían...

Lo de los guapos es peor: "Todos los guapos son gays", algo que ni mucho menos es así en la mayoría de los casos...

Esto que cuenta el relato es bastante más real y más habitual de lo que pudiéramos pensar. He tenido, tengo, amigos muy guapos o al menos que gustan mucho al otro sexo y realmente muchas de las cosas que expresa la voz narradora del texto se lo he escuchado decir a ellos. Finalmente, se cansan de ir de rama en rama y terminan encontrando una pareja que a lo mejor no es tan atractiva físicamente como ellos, pero que les llena mucho en el ámbito de lo emocional, de lo puramente afectivo...

Así que felicito al autor porque he reconocido a algunos amigos míos con gran éxito entre las féminas, ese especie de vacío que les crea el que se les busque sólo por lo mismo y no se les valore por otras cualidades más interiores de su persona.



Andres Neuman

Estimados lectores y amigos: muchísimas gracias por tomaros la molestia de leer y comentar este pequeño cuento. Como muy bien habéis señalado, la intención era poner en cuestión, invertir la noción idealizada de la belleza tradicional. Eso implicaba, claro, ciertas torsiones conceptuales y ciertas paradojas que entran dentro del juego literario que propone el personaje. Lo cual no quiere decir que esa sea mi exacta opinión personal sobre el físico de las personas en general, o sobre las mujeres guapas en particular. Aunque, todo hay que decirlo, me consta que muchas mujeres bellas sufren una persecución curiosamente similar a la padecida por otras supuestamente "feas". Son las dos caras de la moneda del machismo, que puede condenarte (de forma diferente) tanto por gustar como por no gustar.

Me temo que, en general, en nuestra sociedad se educa a hombres y mujeres en la esclavitud de la imagen, desde un extremo u otro. Y tan cruel puede ser el desprecio a la fealdad (que además es muy relativa) como el recelo ante la belleza (que también lo es). Esto no sólo es aplicable a las personas, sino a la estética misma. En fin, tampoco quiero daros la tabarra. Era sólo por dejar unas palabritas en este estupendo y admirable foro. Un fuerte abrazo a todos,

Neuman.

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