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El pájaro que no quería volar. Anji Carmelo

Ccuentos Autora:
Anji Carmelo (Nacida en Filipinas. Reside en Barcelona, España)

Web Oficial: www.anjicarmelo.com

Participa con: " El pájaro que no quería volar"

 

Sobre Anji Carmelo:

Anji vive en Barcelona, donde imparte conferencias, talleres y ponencias sobre el duelo, la muerte, crecimiento personal y autoestima y participa en grupos de apoyo de enfermos de cáncer y de personas que están viviendo su duelo. Dedica su tiempo a la búsqueda de caminos para que las personas saque lo mejor de si mismas, potenciando sus cualidades.

 

Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos):

¬ Déjame llorar: un apoyo en la pérdida (2002)
¬ Camino de héroes: duelo y esperanza (2004)
¬ Estás en mi corazón: un espacio en el duelo (2006)

* ver Anji Carmelo en Anika Entre Libros

 

El pájaro que no quería volar

Erase una vez un pájaro que no quería volar. Los sabios de su clan le decían que tenía que hacerlo y le enseñaban todo lo que sabían, pero él no les hacía caso.

Vivía feliz en su jardín y se enamoraba de las mariposas y las flores, de los insectos y también de los caracoles. Cada día iba caminando un poco más conociendo todos los rincones del jardín, incluso los más escondidos donde jamás habían llegado pájaros que lo oteaban todo desde arriba.

Sus padres murieron cuando él nació pero los que lo adoptaron eran expertos voladores que llegaban a alturas inimaginables para los pájaros comunes, trazando dibujos complicadísimos en el aire. Esto ni le impresionaba ni le inspiraba.

Así pasó bastante tiempo, tanto que ya todos lo aceptaban y daban por hecho que nunca volaría.

Un día llegó a una parte del jardín que no conocía. Quizá el único rincón que le quedaba por descubrir. Allí encontró un árbol insólito. Tenía muchas frutas, pero cada una era distinta. Descubrió que el dueño del árbol era un búho. Se hizo su amigo y pronto el búho empezó a dejarle probar las frutas. El pájaro feliz se lo agradecía contándole sus aventuras en aquellas partes del jardín que sólo él conocía.

El búho enseguida se dio cuenta de que era un ser especial y como la insistencia de los demás no había servido, ideó una estrategia. Cada día subía una rama más invitando a su amiguito a seguirle para probar nuevas y exquisitas frutas. Su amiguito trepaba y por supuesto siempre llegaba.

Un día el pájaro llegó al árbol y vio que el búho estaba en la rama más alta y que a su lado había una fruta preciosa. Quería estar con el búho más que nada en el mundo, pero por mucho que lo intentaba, no era posible. Ese día sintió tristeza por primera vez. Quería pero no podía.

Bueno, para acortar una larga historia, se sobrepuso y entonces empezó a prepararse para conseguir lo que ahora sabía que necesitaba. Después de bastante tiempo practicando con saltos al principio y con cortos vuelos descendientes y ascendientes después, un día pudo llegar hasta donde estaba el búho.

Fue el día más especial de su vida ya que no sólo pudo alcanzar lo que buscaba y volar hasta lo más alto del árbol, sino que desde allí su visión era amplia, elevada y llegaba más allá del jardín y todo lo que había sido su mundo hasta entonces.

Entonces nuestro pequeño amigo llamó a sus compañeros del jardín. Quería volar con ellos. Y así hizo elevándose más y más. Quería verlo todo. De pronto se dio cuenta de que estaba solo. Así es como descubrió que era un águila. Un águila con suerte ya que había sido amorosamente cuidado por gorriones y sabiamente instruído por un búho que confió más allá de lo que él jamás había soñado.



© Anji Carmelo



COMENTARIOS SOBRE EL RELATO

Travis

Vaya, es como una versión de El patito feo. De todos modos parece un cuento para niños, de no ser así no entiendo muy bien el sentido del relato.



Rosa Ribas

Lamentablemente no tengo mucho que decir sobre el relato. Ni me ha interesado la historia ni me ha gustado el estilo. Me ha parecido un esbozo de un cuento infantil.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Pues a mí me ha parecido una historia repleta de sensibilidad y con un doble fondo, como todos los relatos importantes.

¡Mi más sincera enhorabuena, Anji!

Pilar



Travis

Yo también pienso que debe haber un doble fondo pero no lo he visto lo que ya sería culpa mía. Haré una segunda lectura.



Athman

Pues yo lo siento, pero no me gusta demasiado. Está bien escrito, pero es que las historias con moralina no son de mi agrado. La típica fábula, con doble sentido o sin él, no son plato de mi gusto, aunque reitero que no es por una falta de ritmo, ni nada... al contrario, está bien escrito y el ritmo es el correcto, pero el tema en sí y el modo de presentarlo, no me seduce en absoluto. Mea culpa...



Manel Sparks

Pues a mí tampoco me ha gustado... Parece un relato para niños escrito en cinco minutos, pero incluso los niños exigen más en un relato.

Si me dicen que el relato lo ha escrito un niño de siete años, me lo creo... No creo que esté bien escrito para nada e incluso me atrevería a decir que no hay por donde cogerlo... Me resulta ñoño e insulso.

Imagino que el trasfondo es la superación personal o algo así, pero creo que está realmente mal conseguido. Muy poco trabajado.

En fin... ánimo para el próximo relato, Anji.



Panzermeyer

Bueno, como no sé hacer críticas malas, diré que a mí sí me ha gustado. Es una fábula sobre cómo llegar a ser lo que en realidad estabas destinado a ser. ¿Es el destino ineludible? el águila debía llegar a ser águila, o cómo por distintos caminos se llega al mismo lugar (ser águila).

Supongo que interpretaciones habrá mil. La mía es ésa. Así lo he entendido yo. Comprendo que a la gente no le gusten los relatos infantiles o de corte infantil, pero yo las veo como el inicio de la literatura. Los primeros relatos fueron sin duda cuentos, y también al principio fueron muy sencillos y fácilmente comprensibles. Desde entonces se fueron elaborando y complicando. No sé si he aportado algo útil.



Joseph B. Macgregor

Un bonito cuento, con un desenlace algo tópico o manido (el cuento del patito feo de toda la vida), pero de lectura sencilla y eficaz, muy agradable y con momentos simpáticos o divertidos, ágil y entretenido, que ya es mucho. Tampoco creo que intentes hacernos reflexionar sobre ninguna cuestión ética: lo veo más como un cuento agradable sin más que como una fábula moral.

Creo que no es fácil escribir un cuento infantil con el tono adecuado y pienso que el autor/a sí que lo consiguió, ya que está escrito y narrado de manera que lo puedan leer niños y niñas pequeños... por lo tanto, "no pega" un texto lleno de adjetivos, o con largos párrafos, sino una narración simple, fácil para el lector infantil.



Anji Carmelo

Gracias a todos los que habéis leído el cuento y compartido vuestras opiniones. Este cuento pretende ser un pequeño divertimento que por su simplicidad mueva a buscar algún significado más que ayude a tener otro punto de vista, otra perspectiva. A mí me gusta el formato corto ya que da tiempo para descubrir lo que se siente ante eso y qué es valioso, sea lo que sea. También me gusta utilizar símbolos que inspiran a interpretaciones personales que son las que realmente importan y no lo que el autor quería decir. Muchas veces éstas superan con creces el objetivo original del cuento.

Gracias... y hasta pronto...



Manel Sparks

Gracias a ti, Anji. Es genial que sepas aceptar los buenos comentarios pero también los malos. Eso dice mucho de una persona, demuestra humildad. Felicidades.



Athman

Reitero lo que ha dicho Manel... es un gustazo el poder dar opinión sin que nadie se ofenda, lo encuentro muy profesional y honrado. Un saludo.



Anika

Anji se dedica a "ayudar" a los demás, y eso se nota en su saber aceptar.

¡Saludos! Y gracias a todos, especialmente a Anji.

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