Tarzán. Edgar Rice Burroughs. Por Francisco Escobar Bravo
Creador: Edgar Rice Burroughs
Personaje
Tarzán
Origen
Tarzán de los
monos
Creador
Edgar Rice
Burroughs
TARZAN DE LOS MONOS
En 1914 sale a la luz, bajo el título de Tarzán de los Monos, la
primera novela sobre este legendario héroe, fruto de la imaginación
de Edgar Rice Burroughs, periodista y escritor norteamericano,
nacido en 1875 en Chicago.
El heredero de un título nobiliario de Inglaterra, Lord Greystoke,
de nombre John Clayton, viaja con su joven esposa, Lady Alice al
corazón de África en una misión diplomática. Surge un motín a bordo
y, tras del asesinato de todos los oficiales, la pareja de recién
casados es abandonada en la costa occidental del Continente Negro.
Allí, Clayton lucha contra la Naturaleza valiéndose de las armas
que la inteligencia le ha brindado y consigue edificar una pequeña
cabaña donde meses más tarde nacerá un niño. En el alumbramiento, y
tras del ataque de una especie de mono antropoide, especie que
Burroughs parece haberse también inventado ya que no corresponde
exactamente a ninguno de los simios existentes, Lady Alice pierde
la razón y, al cabo de un año, fallece. En la cuna, hambriento,
queda sollozando el niño, heredero de uno de los más preclaros
títulos de Inglaterra. En su desesperación, Clayton no observa que
ha dejado la puerta abierta y por ella penetra el gran mono
Kerchak, seguido de todos los suyos, entre los cuales se encuentra
Kala, la hembra que lleva en brazos el cadáver de su cachorro
recién muerto. Mientras el macho acaba con la vida del aristócrata
inglés, la mona siente latir en su salvaje pecho la llama maternal
por la criatura que observa viva y hambrienta y, abandonando el
despojo ya fallecido, se hace cargo del cachorro de hombre. Y así,
amamantándose en el peludo pecho de una mona, nace a la leyenda la
legendaria figura de Tarzán de los Monos.
Es verdaderamente ingenioso cómo, heredero de una sangre noble e
inteligente, Tarzán (Piel Blanca) aprende a leer en los libros de
su difunto padre, sin ayuda de nadie y sin haber visto nunca un ser
humano. Su vida entre los antropoides está llena de anécdotas y de
ser despreciado por su piel lampiña alcanza al cabo de los años la
jefatura de la tribu, tras singular pelea con el rey de ella,
Kerchak.
Se calcula que el novelista norteamericano escribió veinte libros
sobre Tarzán, aunque verdaderamente en España se han publicado como
legítimos solamente doce. El resto se toman como apócrifos y se
duda muy mucho que procedan de la pluma de Burroughs. De lo que no
cabe duda es que éste, ya ampliamente conocido por esta obra y
otras de ciencia-ficción, alcanza la riqueza cuando el personaje es
llevado al cine e interpretado por el nadador Johnny Weismuller, en
1932, lo cual es una verdadera lástima porque del Tarzán sumamente
inteligente ideado por su creador se hace una parodia de persona
solamente fuerte pero ampliamente estúpida. Se le añade un
personaje simpático que no existe en la obra literaria, la tan
conocida mona Chita, y se le hace pasar por un idiota integral que
salta de árbol en árbol valiéndose de lianas que, al parecer, se
han dispuesto de antemano para el uso del hombre-mono. El verdadero
Tarzán no viajaba de esta guisa, sino como los verdaderos monos,
valiéndose de gigantescos saltos y de su poderosa musculatura. Tal
vez por ello, por ese menosprecio que el cine ha dado a la figura,
ésta no ha sido considerada literariamente como merece. Pero al
autor le convirtió en rico, igual que al actor le convirtió en
loco.
Tarzán de los Monos, ya Lord Greystoke al cabo del tiempo, vive
increíbles aventuras en mundos maravillosos, entre pigmeos, entre
antepasados y animales propios del Terciario; en medio de una corte
medieval y perseguido siempre por malignos jeques árabes que viven
de la esclavitud y del contrabando del marfil obtenido de los
grandes colmillos del elefante Tantor, el grande y fiel amigo del
héroe. Todo animal tiene un nombre en la novela. Numa, el león.
Sabor, la leona. Buto, Histach, etc... y Bolgani, el gorila, el
ancestral enemigo de Tarzán.
Casado con Jane Porter, hija de un distraído sabio norteamericano,
tendrán un hijo que será raptado y conducido también a África, y
obligado a vivir en parecidas condiciones que las de su padre. Así
se convertirá en Korak, el Matador. Un mundo fabuloso, en suma, al
que en verdad la pantalla grande no ha hecho la merecida justicia
aunque últimamente, con GREYSTOKE, se ha acercado a la realidad
literaria. Siempre nos presentan a los negros como porteadores de
las safaris organizadas por los blancos y hasta podemos adivinar
cuándo se van a caer al río para que se los coma el cocodrilo o por
el precipicio en donde no se ha despeñado la frágil dama europea
calzada con tacones.
De verdad: Tarzán, al frente de sus nobles guerreros negros, los
waziris, vive en un mundo más espléndido. Hasta interviene en la
Primera Guerra Mundial y, en uno de esos libros que le atribuyen al
autor pero que hay duda que sea suyo, también en la Segunda. Los
años no pasaban para él. Y no hablemos de las riquezas de la
fabulosa ciudad de Opar, ocupada por los descendientes de la
Atlántida.
Aun sin grandes florituras literarias y considerada del subgénero
de aventuras, merece la pena ser leída. Y así lo ha sido por
generaciones de lectores de todo el mundo, ya que ha sido traducida
a multitud de idiomas.
Francisco Escobar Bravo