El Coyote. José Mallorquí Figuerola. Por Francisco Escobar Bravo
Creador: José Mallorquí Figuerola
Personaje
El
Coyote
Origen
El
Coyote
Creador
José Mallorquí
Figuerola
EL COYOTE, EL GRAN HÉROE ESPAÑOL
En la década de los cuarenta, transcurrida la guerra civil
española y estando de moda las novelas del Oeste y de Misterio
importadas, era preciso relanzar la idea del héroe de origen
español que resaltara las virtudes y la gloria de la raza.
Surgieron una serie de personajes míticos que atesoraban lo mejor
del valor y la sangre española, como El Guerrero del Antifaz, Diego
Valor, Roberto Alcázar y Pedrín, etc..., todos ellos a través del
cómic. Pero el novelista José Mallorquí Figuerola creó una figura
legendaria, mezcla de Don Quijote y Sancho Panza, basándose en la
historia del célebre Zorro y también de origen californiano, pero
esta vez enfrentándose, aparte de a la maldad y a la injusticia, al
por entonces denostado mundo anglosajón que nos traía por la calle
de la amargura.
Así nace y aún hoy perdura el personaje de don César de Echagüe,
rico hacendado del Pueblo de Nuestra Señora de los Ángeles, (hoy
tan sólo Los Ángeles), que impartía justicia valiéndose de un
revólver de seis tiros y, sobre todo, de su extremada
inteligencia.
Valiéndose, como he dicho, de los dos arquetipos de la novela de
Cervantes, Echagüe ejerce de Sancho cuando se presenta en su
realidad de millonario amante de los placeres de la buena mesa,
displicente, apocado y poco amigo de discusiones violentas, salvo
las intelectuales, donde enreda a sus adversarios con sus
inteligentísimas argucias. Pero cuando la necesidad impera surge la
persona de El Coyote, valiente y justiciero, rápido y certero con
el revólver y siempre haciendo triunfar a la Justicia. Es Alonso
Quijano pero teniendo bien en cuenta que no lucha contra molinos de
viento.
En su entorno brillan una serie de personajes que por sí solos
también llenarían cualquier novela: Leonor de Acevedo, su primera
esposa, fallecida al dar a luz al hijo de ambos, enamorada de El
Coyote y que desprecia al petimetre de don César hasta que sabe que
ambos son uno mismo. El mencionado hijo, el pequeño César, que
sigue los caminos de su padre, armado de su misma intrepidez pero
desprovisto de su preclara astucia. El viejo Don César, padre del
héroe, también admirador del enmascarado y siempre despotricando
del lechuguino de su hijo. Otro tanto sucede con la figura de Don
Gregorio Paz, Don Goyo, que abomina de la personalidad de Echagüe y
seguiría hasta la muerte, a pesar de sus años, al Coyote. Los
hermanos Lugones, fieles hasta el último instante; Mario Luján y
toda una serie de colaboradores y enemigos del bandido
generoso.
Extraordinaria la figura de Ricardo Yesares, el doble del Coyote.
Cuando interesa que a don César se le vea en público, Yesares ocupa
su lugar en la acción bélica. Mientras tanto, ejerce de tabernero,
alejando de sí también, como el Echagüe, toda clase de
sospechas.
Y sobre todos los personajes que rodean al héroe está la sublime
creación de Guadalupe, su segunda esposa y sabedora del secreto
desde que era una simple criada de la Hacienda de San Antonio,
residencia señorial del enmascarado y siempre codiciada por los
ocupantes extranjeros. Luego resulta ser más rica y de más alta
cuna que su marido, al ser una De Torres, de la más rancia nobleza
mejicana.
La anécdota está en que cuando Mallorquí publicó como experimento
la primera novela de la serie en una colección de novelas del
Oeste, "mató" a tal heroína en un tiroteo. Luego, al comprobar el
éxito obtenido, la revivió en una nueva edición que da lugar a la
saga.
La acción transcurre en la California recién independizada de
México y entregada a los Estados Unidos tras la guerra entre ambos
países y se desarrolla a lo largo de la historia, con paréntesis
que incluyen la Guerra de Secesión en la cual toma parte activa don
César, a favor del Sur, durante una prolongada ausencia tras la
muerte de su esposa Leonor.
Aventuras sin límite, acción trepidante y mucha filosofía del más
profundo estilo cervantino, remedando a Sancho Panza. Una
extraordinaria creación, en fin, que podría haberse prolongado
hasta que el Coyote hubiera fallecido de viejo si no hubiera sido
porque a su creador, José Mallorquí, se le ocurrió privarse de la
vida utilizando también una pistola de las utilizadas por su
criatura.
"De valor siempre hizo alarde la casa de los Echagüe." Ése es el
lema que luce en el escudo de la familia y que todos toman a
chacota al ver la parodia que de sí mismo hace don César, pero que
queda bien puesto en claro cuando se transforma en el jinete
enmascarado.
La obra ha sido llevada al cine varias veces, pero nunca ha
logrado plasmar la imagen real de las páginas impresas. El actor
Sancho Gracia quiso realizarla, pero por motivos que no vienen al
caso no lo ha conseguido. Ha sido publicada en infinidad de
ocasiones por los herederos del autor y siempre ha tenido una gran
acogida por el público. Varias generaciones de españoles han gozado
de su encanto. De verdad que nos hallamos ante un personaje
fabuloso y al cual merece la pena dedicar un rato de nuestro
ocio.
Francisco Escobar Bravo