Love in focus 2

Opinión:

En este segundo tomo de "Love in focus", acabadas las presentaciones, ya tenemos algo más de chicha romántica, con un triángulo amoroso en toda regla. Por un lado, tenemos a Amemura, que comienza a abrirse y a mostrar más interés por Mako, aunque sigue siendo un personaje bastante distante en general.

Por otro lado, tenemos a Kei, que es el amigo de la infancia de Mako y nunca le ha dicho lo que siente, por lo que ella no le ve como algo más que un amigo. Su actitud no me parece demasiado sana, no solo porque es un poco como el perro del hortelano, sino por sus declaraciones de no querer decir nada a su amiga hasta que la supere.

La propia Mako, que hasta el momento estuvo tan obsesionada con la fotografía, empieza a sentir cosas y está confusa, además de perder algunas ocasiones para capturar instantes, lo que la confunde aún más. No obstante, su desarrollo queda bastante relegado hasta el final del volumen, centrándose todo más en Kei, que pierde puntos ante el lector por sus comentarios.

En cuanto a los compañeros de la pensión Gran Angular, no se desarrollan mucho más que en el tomo anterior, solo algunas pinceladas que hacen que empaticemos con ellos y nos apetezca saber más sobre sus historias. En este tomo hacen una pequeña escapada fotográfica y podríamos haber conocido más de sus dinámicas, pero al final todo se centró mucho en el trío protagonista y el resto no brilló demasiado.

El dibujo, por su parte, sigue en la misma línea que el tomo anterior: ilustraciones generalmente sencillas, pero que pueden alcanzar gran cantidad de detalles cuando es necesario. Yôko Nogiri aprovecha el dibujo de ambientación y las fotos que tiran para expresar estados de ánimo, lo cual es muy apropiado porque Mako se comunica a través de la fotografía.

El tomo finaliza con pequeñas historias inéditas (si quitas las solapas, encuentras otra) y se acerca el final, porque solo queda uno más para cerrar la historia. Con todo, aunque tengo mis apuestas, sigo sin tener claro con quién se quedará la protagonista, así que estoy deseando leerlo.

Déborah F. Muñoz